El siguiente testimonio es publicado en el octavo aniversario del fallecimiento del padre Alfonso Baeza Donoso, sacerdote diocesano de Santiago, quien destacó por su apoyo a los obreros y ardiente colaborador del Comité Pro Paz y la Vicaría de la Solidaridad durante la dictadura militar, en que defendió con tenacidad los derechos humanos.
El Señor me puso en la vida del padre Alfonso Baeza. Lo conocí, compartí y me di cuenta la maravillosa persona que era. Siempre ayudaba al más necesitado fuera quien fuera. Como un buen pastor tendía una mano a los pobres, trabajadores, niños, refugiados, encarcelados, trabajadoras sexuales. Jamás les dio la espalda.
Lo conocí una mañana al ir a dejar a mi hijo a su escuela. Pasé a la iglesia del Sagrado Corazón y me di cuenta que ingresaban, por un costado, mucha gente apurada, luego escuchaba cantar y rezar. Tímidamente me acerqué a él, me vio y me invitó con mucho cariño a participar de la primera misa del día; las personas que asistían eran trabajadores del sector de Estación Central.
Percibí a un sacerdote sencillo, amable, comprensivo que me preguntó si quería participar en la Parroquia y yo con mucho gusto respondí “sí”. Fui testigo de muchas actividades que se realizaban en mi hermosa Parroquia, como por ejemplo: muchos abuelitos llegaban en la tarde y se les daba dinero, alimentos, ropa, les hacían actividades para recrearlos y ellos eran muy felices. También a las trabajadoras de casas particulares que se reunían los domingos cuando tenían libre y muchas de ellas no tenían dónde ir, niños con problemas sociales, jóvenes etc.
Lo más importante era que el padre Baeza siempre participaba con ellos. Como un buen pastor cuidaba de su rebaño y por eso se ganó el corazón de muchas personas y, por supuesto, el mío. Lo extraño mucho y sé que no soy única, no me cabe la menor duda de que el Señor lo tiene en su Santo Reino y descansando en paz.
¡Siempre lo recordaremos con mucho respeto, agradecimiento y cariño!
P. Alfonso Baeza Donoso (01.03.1931-05.12.2013)
El padre Alfonso Baeza fue un sacerdote de la Arquidiócesis de Santiago. Recibió la ordenación presbiteral en 1960. Se desempeñó en varios organismos e Instituciones tales como: Comité Pro Paz Vicaría de la Solidaridad, Vicaría Pastoral Obrera, Vicaría Pastoral Social, Fundación MARGEN, MOAC, ANECAP, ANAMURI, FASIC, CARITAS CHILE.
El “cura Baeza” como se le ha conocido, fue un ícono en la lucha y defensa de los trabajadores, de los derechos humanos, los presos políticos, los detenidos en las cárceles, las trabajadoras sexuales y los refugiados.
Desde junio de 1988 hasta su muerte fue párroco en la Parroquia del Sagrado Corazón ubicada en Estación Central y donde repetía con frecuencia
“Los pobres no son porque Dios quiera, son pobres porque hay injusticia “
Testimonio de Gladys Inalef Carreño
Gladys Inalef Carreño pertenece a la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Estación Central de la Región Metropolitana de Santiago. Actualmente también participa en la Pastoral Mapuche de Santiago.