Este miércoles 6 de septiembre de 2023, los misioneros del Verbo Divino, provincia chilena, se reunieron en la Casa de retiro de la Congregación, que se ubica en la comuna de La Florida, Santiago, para dar inicio a la Asamblea anual, cuyo tema principal es “Tu luz debe brillar delante de los demás discípulos fieles y creativos de un mundo herido”.

El inicio de la reunión estuvo marcado por una oración dirigida por el P. Erasmo Behgu, SVD, en la que se ofrecieron signos, tales como el agua, el fuego, la tierra y el viento que representan cada uno de los rincones la provincia SVD de Chile: Norte, Cordillera, Centro y Sur. Luego, tomó la palabra el Padre Provincial, P. Yuventus Kota, SVD, quien elevó una plegaria y, además, inauguró oficialmente la Asamblea con una reflexión que pretendía motivar a todos los cohermanos verbitas, palabras que están contenidas en el siguiente extracto:

“Quisiera saludarles con el lema del próximo Capítulo general “Tu luz debe brillar delante de los demás discípulos fieles y creativos de un mundo herido”. En un viaje hacia el Lago Kelimutu, en Isla Flores, debíamos caminar más de 250 escalas para llegar a la cima. Este viaje lo hice con mis compañeros del noviciado, un grupo muy diverso en edad y en el tema físico: algunos tenían problemas con la altura, otros con la vista, y, unos cuantos, obesidad. Fui uno de los primeros en llegar al lugar propuesto, pero varios de los integrantes del curso quedaron en el camino debido a distintos inconvenientes. En ese momento, quienes habíamos avanzado más, decidimos bajar a ayudarlos para que ellos también pudieran ascender.  Algunos se negaron a recibir apoyo, con excusas como “no, estoy enfermo”. Finalmente aceptaron y todos pudimos subir y llegar al lugar convenido, con la ayuda mutua. Al encontrarnos en la cima, celebramos juntos como una pequeña comunidad.

El viaje de nuestra vida misionera y religiosa se compara con una escalera. El proceso hacia la estabilidad requiere de luchas, como cuando se suben gradas. Debemos contar con herramientas que nos ayuden a llegar a la cima, pero ¿cuáles son estas herramientas que nos permiten ascender, o, en otras palabras, cuáles herramientas debemos adquirir en lo personal, comunitario y congregacional para alcanzar al éxito?, ¿Formación continua y la confianza en Dios?, ¿Un buen clima en la comunidad? Esto refleja las etapas paso a paso, desde lo más abajo hasta lo más alto. Debemos poner atención, pues, como verbitas, siempre viajamos en comunidad, con parte de nuestra esencia y estilo de vida como religiosos Nos necesitamos para apoyarnos unos a otros y llegar a la cima juntos. Es primordial fijarse muy bien en el proceso, ya que para subir se requiere atención, concentración, incluso energía para soportar el peso del cuerpo. Subiendo a Kelimutu, me di cuenta de que cada uno luchaba con sus propias  fuerzas, dificultades, y que debíamos darnos una mano para alcanzar la meta juntos. En mi comunidad ¿trato y estoy dispuesto a ayudar al otro y le tengo confianza para compartir mis debilidades y fragilidades, talento, existo y fracaso?”

“El mayor desafío que la vida religiosa y misionera debe enfrentar lo constituye ella misma. Está compuesta por las actitudes de resignación, de pesimismo, de nostalgia del pasado o de cerrazón en estructuras, por ejemplo. Por ese motivo, es necesario recomenzar, y tener plena confianza en que el Señor abre ciertamente un camino para superar las dificultades”.

“Si bien subir es más agotador que bajar las escaleras, se debe tener cuidado para llegar abajo con seguridad, pues frente a un descuido puede haber un accidente. ¿Cuántas veces, al no ser precavidos, hemos tenido dificultades o accidentes al subir o al bajar?, y ¿quiénes nos ayudaron en ese momento? Sería bueno recordar a aquellos que nos han brindado su apoyo en la vida comunitaria, por ejemplo. Quienes nos han acompañado e incentivado a lograr éxitos personales o comunitarios. Debemos recordar siempre a esas personas que nos han alentado y fueron parte de la obtención de éxito en los estudios, en la acción pastoral, y también en la convivencia familiar.

Subir escaleras requiere el mismo proceso que se da en la vida para logar éxitos en ámbitos laborales, personales, familiares y pastorales. Nosotros, siendo misioneros religiosos, ¿a cuántas personas, laicos o cohermanos hemos ayudado a subir a la cima y tener éxito? Miremos a los hermanos mapuches, por ejemplo, ¿qué tipo de aporte o preocupación o apoyo les hemos dado?; a los laicos, que comparten con nosotros en nuestra labor misionera, ¿hemos sido luces para ellos o estamos en eso?

El año pasado elaboramos el Decálogo en la vida comunitaria, la vida de oración y recreativa. ¿Hemos llevado a la práctica este decálogo para poder llegar a la cima del éxito como misioneros verbitas? En el área financiera, la rendición de cuentas o balances ¿ha sido transparente para llegar juntos al éxito?

Miremos a algunas de las grandes personas que han logrado el éxito, pero que han sido destruidas por no haberse guiado por los valores evangélicos. También podemos echar un vistazo a algunos de nuestros cohermanos que han alcanzado la cima de la felicidad. Podemos nombrar a varios de ellos, quienes han dejado huellas en el servicio pastoral, en las finanzas, en las relaciones con los demás, en la ayuda con los más necesitados, en la vida austera y humilde. Así mismo, para alcanzar la cima, se necesita prudencia, cuidarnos unos a otros, en la conversación, en el trato. También minuciosidad para motivar a los demás y seguir subiendo juntos, como equipo.

Comenzar a caminar es como recorrer la mitad de los pasos. Muchas veces comenzamos a temblar, incluso algunos caen causando destrucción. Reflexionemos sobre cómo fueron mis primeras incursiones en esta Provincia, ¿he vivido esta experiencia? Así es la existencia, como una escalera. Cuando luchamos desesperadamente contra los obstáculos, en la cima de nuestros logros, y volvemos a lo básico, como de costumbre. Varios de los cohermanos religiosos fueron destruidos debido a distintos motivos. La clave es que cuando estemos arriba nunca nos sintamos arrogantes, y cuando estemos abajo nunca nos sintamos derrotados.

Los invito en estos días a reflexionar y meditar como compartimos nuestra misión como Congregación, en nuestra Provincia, disfrutando en cada paso, con el fin de subir juntos, con la iglesia chilena, con los laicos, y especialmente los más necesitados.

Además de la ayuda, también es necesario tener energía y ánimo, y la determinación de poner todo nuestro esfuerzo para alcanzar la cima. Esto se relaciona con la formación permanente, la que se transforma en las herramientas necesarias para seguir subiendo en un ambiente fraterno, solidario compresivo y justo. Alcanzar la cima requiere de la preparación suficiente para no desfallecer en el intento.

Como dice Descartes “dos cosas contribuyen a avanzar: ir más de prisa que los otros, o ir por el buen camino”. Por otra parte, Jean-Paul Sartre precisa que “la felicidad no es hacer lo que uno quiere, sino querer lo que uno hace”. Como misioneros, no hacemos los que queremos, sino debemos querer lo que estamos haciendo.”

Además de esta potente reflexión compartida por el Padre Provincial, P. Yuventus Kota, SVD, en este primer día de la Asamblea también se abordaron varias obras misioneras de la Congregación del Verbo Divino en Chile, tales como la Pastoral mapuche, Mejor niñez, Socios laicos (“alma verbita”) y la Pastoral vocacional-juvenil, todos los cuales son temas de gran importancia para todos los misioneros reunidos.

Comunicaciones SVD