Domingo 12° durante el año: 25 de junio 2023
Nueva reflexión sobre el Evangelio dominical de nuestro especial bíblico
No les tengan miedo. Pues no hay nada encubierto que no haya de ser descubierto, ni oculto que no haya de saberse. Lo que yo les digo en la oscuridad, díganlo ustedes a la luz; y lo que oyen al oído, proclámenlo desde los terrados. Y no teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; teman más bien al que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehenna. ¿No se venden dos pajarillos por un as? Pues bien, ni uno de ellos caerá en tierra sin el consentimiento de su Padre. En cuanto a ustedes, hasta los cabellos de su cabeza están todos contados. No teman, pues; ustedes valen más que muchos pajarillos. Por todo aquel que se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos; pero a quien me niegue ante los hombres, le negaré yo también ante mi Padre que está en los cielos. (Mateo 10,26-33)
Referencias bíblicas
– Nada hay encubierto que no haya de ser descubierto ni oculto que no haya de saberse. Porque cuanto dijeron en la oscuridad será oído a la luz, y lo que hablaron al oído en las habitaciones privadas será proclamado desde los terrados. Les digo a ustedes, amigos míos: No teman a los que matan el cuerpo, y después de esto no pueden hacer más. Les mostraré a quién deben temer: teman a Aquel que, después de matar, tiene poder para arrojar a la gehenna; sí, les repito: teman a ése. ¿No se venden cinco pajarillos por dos ases? Pues bien, ni uno de ellos está olvidado ante Dios. Hasta los cabellos de su cabeza están todos contados. No teman; valen más que muchos pajarillos. Yo les digo: Por todo el que se declare por mí ante los hombres, también el Hijo del hombre se declarará por él ante los ángeles de Dios. Pero el que me niegue delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios. (Lucas 12,2-9)
– Pues nada hay oculto si no es para que sea manifestado; nada ha sucedido en secreto, sino para que venga a ser descubierto. (Marcos 4,22)
– Pues nada hay oculto que no quede manifiesto, y nada secreto que no venga a ser conocido y descubierto. (Lucas 8,17)
– Mantente lejos del hombre que tiene poder para matar, y no tendrás que temer a la muerte. Si te acercas a él, no te descuides, no sea que te quite la vida. Date cuenta de que caminas entre trampas y que paseas sobre la muralla de la ciudad. (Eclesiástico 9,13)
– Mas, aunque sufrieran a causa de la justicia, dichosos ustedes. No les tengan ningún miedo ni se turben. (1 Pedro 3,14)
– No temas por lo que vas a sufrir: el diablo va a meter a algunos de ustedes en la cárcel para que seáis tentados, y sufrirán una tribulación de diez días. Mantente fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida. (Apocalipsis 2,10)
– Replicó ella: Que el rey mencione, por favor, a Yahvé, tu Dios, para que el vengador de sangre no aumente la ruina y no extermine a mi hijo. Él dijo: Vive Yahvé, que no caerá en tierra ni un cabello de tu hijo. (2 Samuel 14,11)
– Todos les odiarán por causa de mi nombre. Pero no perecerá ni un cabello de su cabeza. (Lucas 21,17-18)
– Por eso les aconsejo que tomen alimento, pues les conviene para su propia salvación; que ninguno de ustedes perderá ni un solo cabello de su cabeza. (Hechos 27,34)
– Yo les digo: Por todo el que se declare por mí ante los hombres, también el Hijo del hombre se declarará por él ante los ángeles de Dios. Pero el que me niegue delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios. (Lucas 12,8-9)
– El vencedor será así revestido de blancas vestiduras y no borraré su nombre del libro de la vida, sino que me declararé por él delante de mi Padre y de sus ángeles. (Apocalipsis 3,5)
– Porque quien se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles. (Marcos 8,38)
– Porque quien se avergüence de mí y de mis palabras, de ése se avergonzará el Hijo del hombre cuando venga en su gloria, en la de su Padre y en la de los santos ángeles. (Lucas 9,26)
– Si nos mantenemos firmes, también reinaremos con él; si le negamos, también él nos negará. (2 Timoteo 2,12)
– Por eso -palabra de Yahvé, Dios de Israel- yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían siempre en mi presencia, pero ahora -palabra de Yahvé- me guardaré bien de ello. Porque a los que me honran, yo los honro, pero los que me desprecian son despreciados. (1 Samuel 2,30)
Comentario
El texto del evangelio de este domingo forma parte del segundo gran discurso del evangelio de Mateo, que lleva el nombre de discurso apostólico, por estar dirigido a los seguidores más cercanos de Jesús. A los discípulos se les asigna una tarea muy especial, que consiste en continuar la misión que el propio Jesús había asumido por encargo de su Padre del cielo. El anuncio de dificultades y persecuciones en el ejercicio de la misión culmina en la sentencia de sabiduría: el discípulo no puede estar por encima del maestro. Los discípulos deben tratar de superar el temor al dolor y al sufrimiento, y progresivamente van a comprender el sentido de esta penosa situación, a través de una radical opción personal por el Señor Jesús.
El evangelio contiene tres recomendaciones sobre el peligro del miedo y del temor en la vida de los discípulos, que los podría llevar a la apostasía y a renegar de su opción por Jesús. La primera recomendación se refiere a no sentir miedo ante ninguna dificultad que se presente, pues ninguna persecución debía impedir el anuncio del mensaje que los discípulos recibieron del mismo Jesús. Este anuncio del evangelio debía transformarse en una luz potente que iluminara la vida de los hombres, pues su objetivo principal consistía en dar a conocer el plan de Dios para todos y su presencia salvadora en medio del mundo. La segunda recomendación apunta a no tener miedo ni siquiera ante la muerte y el martirio, pues perder la vida en esas circunstancias no iba a ser el desenlace definitivo de la opción de los discípulos por Jesús. El Dios de la vida se encargaría de acoger a todos los que se habían mantenido fieles hasta las últimas consecuencias. La tercera recomendación a superar el temor está fundamentada en el amor y la preocupación personal de parte de Dios por cada uno de los discípulos de Jesús. La confianza en el Padre de los cielos surgía de la certeza que Dios tenía todo bajo su control, tanto en la vida y como en el mundo. Aunque los discípulos no lograran comprender en el momento presente todo lo que les sucedía en relación con las persecuciones, su fidelidad culminaría en una salvación definitiva junto a Dios en el futuro.
La conclusión de esta unidad literaria está compuesta de una doble sentencia profética de Jesús, relacionada especialmente con el juicio final. Si alguien se declara a mi favor ante los hombres, también yo me declararé a su favor ante mi Padre que está en los cielos. Pero si alguien me niega ante los hombres, también yo le negaré ante mi Padre que está en los cielos. Resultaba claro que la persecución e incluso la muerte estaban dentro de las posibilidades reales del seguimiento de Jesús. A pesar de todo esto, los discípulos asumían la responsabilidad y las consecuencias de confesar de que Jesús era el Señor del mundo y de dar un testimonio del significado personal que tenía esta experiencia. Esto era lo único que tenía verdadera relevancia en la vida y que, además, poseía un carácter definitivo para la vida eterna.
P. Sergio Cerna, SVD