Cruz de mayo en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Quepe

El origen de la conmemoración religiosa llamada “Cruz de mayo” se remonta a la conquista española. Como los misioneros desconocían la lengua de los nativos, no contaban con imágenes, y no eran suficientes sacerdotes, hicieron uso de la Cruz para difundir el mensaje cristiano. Este símbolo era de fácil construcción y se ubicaba en un sitio visible para la comunidad a evangelizar. Además, en ese mismo lugar, se realizaban los oficios religiosos.

Los misioneros fundaron hermandades encargadas de mantener la celebración de la cruz y de homenajearla durante mayo. Se buscaba, a través de una procesión, reunir flores, limosnas e invitar a las personas a unirse a esta celebración.

Adornar o vestir la cruz era la actividad con que se iniciaba la festividad el primer día de mayo. De este modo se pretendía representar el sacrificio de Cristo para salvar a la humanidad, y todos los habitantes del lugar se reunían en el entorno para rendirle culto.

También durante este mes, los vecinos se organizaban y transitaban de casa en casa orando, teniendo cada familia su propia cruz dispuesta en el hogar.

Al terminar mayo, el símbolo cristiano era llevado en procesión, con cantos, y el grupo de creyentes pasaba por las casas solicitando limosnas. Posteriormente, era ubicado en un altar preparado en el pueblo, momento en que se agradecía con oraciones y rezos lo recolectado, y se repartía entre los asistentes. Una vez concluida la fiesta, la cruz era desvestida y se entregaba a un nuevo custodio para resguardarla hasta el siguiente año.  

Con el paso del tiempo dejó de ser una festividad al alero de la Iglesia y se constituyó en una práctica religiosa de la comunidad. Incluso hoy, cada conmemoración es distinta dependiendo de la región de Chile que se trate.

Nuestra comunidad católica de Quepe, de la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, no está ajena a esta celebración. Mantiene la tradición que años antes protagonizaron padres y abuelos con un objetivo “social”.

Hasta hace poco, se iniciaba con una gran quema de ramas de cicuta, incluyendo frutos de castaña que explotaban, lo que provocaba gran entusiasmo en niños y en la comunidad en general. Hoy, en la víspera del Día de la Cruz, es decir, el 2 de mayo con la entrada del sol, acompañados de guitarras y del canto tradicional, integrantes de la comunidad, de la Pastoral social, del Coro Parroquial, junto a nuestros sacerdotes, hacemos una procesión, visitando a los vecinos del pueblo de Quepe en sus casas. Muchos de ellos con emoción y respeto, recuerdan a sus antepasados, quienes vestían la cruz con flores y velas, oraban y organizaban comidas familiares, momento en que daban gracias a Jesucristo por su entrega en la cruz.

Hoy, los vecinos al escuchar las guitarras y el canto, salen a su puerta a entregar su aporte en dinero o en alimentos no perecibles, que van en directa ayuda de los más necesitados.

Es una actividad muy hermosa, que nos permite compartir y disfrutar a pesar del frio inicial de mayo, que, además, reconforta nuestro espíritu, pues vemos con alegría las muestras de generosidad, característica que permanece viva en nuestros vecinos y hermanos de fe, quienes se ven impulsados a dar sin esperar nada a cambio. ¡Viva la Cruz de mayo! ¡Viva!

Equipos Pastoral Social y Coro Parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Quepe

(colaboradores)