El P. José Antunes da Silva SVD participó ayer en una de sus últimas actividades con motivo de la Visita General a los Misioneros del Verbo Divino en Chile.
La Asamblea Provincial realizada ayer en modalidad híbrida fue una de las últimas actividades en la que participó el P. José Antunes da Silva, quien en su calidad de Visitador General de la Congregación, recorrió las distintas comunidades y obras de la SVD en Chile en un lapso de 22 días. En la jornada compartió con un grupo de cohermanos que se reunieron de manera presencial en el Centro Misional de La Florida y con quienes participaron de forma virtual.
En la siguiente nota, el P. Antunes, que además es Vice Superior General de los Misioneros del Verbo Divino, repasa algunas impresiones de sus encuentros y diálogos sostenidos con los cohermanos, laicos y respectivas comunidades a lo largo del país.
-¿Podría contarnos algo de su historia personal, vocacional y sacerdotal?
Nací en Portugal, en un pequeño pueblo, en el seno de una familia católica y tengo un hermano. Entré al seminario y fui ordenado sacerdote verbita en 1984, con 26 años. De 1986 a 1989 fui misionero en Ghana (país ubicado al oeste de África), en un pueblo denominado Kintampo, donde me desempeñé junto a otros dos misioneros. Después volví a Portugal y trabajé once años en la pastoral universitaria, en Guimaraes. Fue una labor muy interesante y fructífera, muy diferente a lo que había hecho en África. Era una universidad estatal, donde los jóvenes tenían diversas preocupaciones. También trabajé en equipo y realicé tareas de formación cristiana. Igualmente, organicé peregrinaciones, misiones y servicios de voluntariado.
Posteriormente trabajé con los misioneros laicos, reforzando en ellos el carisma de San Arnoldo Janssen, nuestro fundador.
En 2007 me convertí en el Provincial de la provincia portuguesa y durante el Capítulo General de la SVD, en 2012, fui elegido Consejero General. Desde 2018 soy el Vice superior General de la Congregación del Verbo Divino.
El P. José Antunes en una de sus visitas realizadas en los Ángeles, centro-sur de Chile
-¿Cuál es su rol como Vice Superior General?
Es ser miembro de este equipo y ayudar al Superior General en su misión de animar, coordinar y administrar todos nuestros trabajos y misiones alrededor del mundo. El objetivo de mi visita es transmitir su mensaje, puntualizando que los Misioneros del Verbo Divino en Chile no están solos, sino que pertenecen a una gran familia, que es la Congregación. Los misioneros son muy importantes para nosotros y la SVD cuida de ellos.
También he venido para conocer el trabajo, las alegrías, los desafíos, y los problemas que tienen los misioneros. La idea no es solucionarlos, sino que ayudarlos y animarlos a encontrar las respuestas apropiadas para los desafíos de este tiempo. En cierto modo, mi visita sirve para evaluar lo que estamos haciendo.
-¿Cuál es su impresión acerca de su visita al país?
En Chile, nuestra Congregación tiene una larga historia. En rigor han sido más de 120 años efectuando una gran contribución a la Iglesia y al pueblo de Chile, a través del ministerio de la educación en los colegios, el servicio de pastoral directa en las parroquias y también en el área social, sobre todo en los hogares de menores y la pastoral mapuche.
-¿Qué impresión tiene de los católicos chilenos?
Que son laicos muy comprometidos. Hay grupos de estudio bíblico, otros que atienden a los enfermos. En el norte hay gente que apoya a los migrantes, otros visitan los hogares de ancianos o administran muchas tareas en las parroquias, que el sacerdote no puede hacer solo.
Eucaristía presidida ayer por el Visitador General en la Asamblea Provincial
-La plataforma de Acción Laudato Si’, ha sido un énfasis que ha puesto la Congregación estos años en JUPIC ¿cuál cree que es hoy el desafío más potente para los laicos católicos en este tema?
El desafío más crucial es tomar conciencia del problema y en ese sentido, las instituciones de Iglesia, como el Colegio, tienen un papel preponderante en despertar la conciencia de los seres humanos para solucionar los problemas medioambientales que amenazan a la Creación.
-¿Qué labor debemos desarrollar con los jóvenes en torno a la espiritualidad Verbita?
Primero, hay que escucharlos durante mucho tiempo y con mucha paciencia. Y después ellos te dirán qué necesitan.
-¿Cuáles son los próximos desafíos para la SVD?
A nivel interno, los dos grandes desafíos que tenemos son la espiritualidad y la formación. Espiritualidad en el sentido de que tenemos que cuidar de nuestras raíces espirituales, del carisma del fundador, no para copiarlas o repetirlas, sino más bien para que nos inspiren. Al final de Capítulo General de 2018, el Papa Francisco nos recibió en una audiencia y nos dijo cinco palabras importantes: raíces, anuncio, hermanos, confianza y cementerios. Estos últimos también forman parte de nuestras raíces, porque allí están sepultados nuestros antepasados.
En cuanto a anuncio, debemos dar a conocer el Evangelio, confiando en los esfuerzos que realizamos como comunidad.
En tanto que uno de nuestros desafíos externos es cumplir con nuestra misión. Por ejemplo, estamos iniciando el camino para el próximo Capítulo General, que será en 2024 y cuyo tema se basará en el papel misionero que desempeñamos en el mundo herido. Somos conscientes de que el mundo está así debido a la pandemia, a la crisis ecológica, a las guerras y a la violencia. Y nosotros tenemos que encontrar respuestas creativas, que sean congruentes con el evangelio.
El segundo gran desafío es vivir en este mundo multicultural e intercultural. Gracias a Dios, nuestra Congregación está compuesta por misioneros de muchos países y esa es una señal potente que damos al mundo: trabajamos y rezamos juntos, pese a ser de distintas latitudes. Permanecemos unidos, tal como dice el lema: “Muchos rostros y un solo corazón”.