Desde el Liceo Alemán de Los Ángeles comparten este acontecimiento que llenó de regocijo a la comunidad educativa y cristiana al ser testigos del primer encuentro con el Señor sacramentado de un numeroso grupo de estudiantes. 

El sábado 15 de octubre con mucha alegría, tanto para las familias  presentes como también para nuestra Congregación verbita, pudimos vivir un momento muy esperado: la celebración del Sacramento de la Primera Comunión. En total fueron 76 niños y niñas,  de los cuartos A,B,C,D e Infancia Misionera, quienes dieron el realce a esta ceremonia y pudieron concretarla después de dos años de preparación y formación de vida cristiana familiar.

La celebración, efectuada en la Capilla del Liceo,  contó con una amplia participación que había sido limitada en la época más compleja de la pandemia debido a las restricciones sanitarias. Esta vez los niños fueron acompañados por sus familias, el equipo de catequistas, el coro del colegio, acólitos, profesores jefes y los sacerdotes: padre William Jemada, padre Freddy D’Souza y el padre Prince Arockiyam.

En esta oportunidad el establecimiento junto con su asesor, el P. Freddy, optaron por dividir en dos grupos la celebración, una en la mañana y otra en la tarde para incluir el mayor número de familias posibles. Gracias a Dios tuvimos la oportunidad de desarrollar ambos encuentros con el templo lleno al no existir  aforo, lo cual realzó esta fiesta y además llenó nuestros  corazones al ver la presencia de tantos feligreses unidos en la alabanza a nuestro Dios y a los niños felices, acompañados por sus familias y amigos que atestiguaron su sacramento.

La celebración contó con una amplia concurrencia de la comunidad.

Como equipo de catequesis, y sin disimular estábamos nerviosos para que cada detalle resultara hermoso, pero en cada minuto que pasaba fuimos disfrutando este pedacito de cielo divino y sintiendo más la presencia de Dios entre nosotros.  Terminamos ese día muy alegres de lo que compartimos, nuestra fe y nuestra misión de seguir evangelizando a nuestros niños y niñas, tarea que nos gusta y lo hacemos con mucho amor y entrega.

¿Acaso se trae una lampara para ponerla bajo un cajón o debajo de la cama? No, una lámpara se pone en alto, para que alumbre (Mc  4 : 21)

Lejos de terminar la misión, quedamos con un encargo en nuestros corazones para fortalecer y ampliar nuestro grupo de catequistas y seguir aportando a las familias del colegio la fe sencilla y alegre, de un Dios que nos ama y que se hace pequeño para compartirse a través de la comunión con cada uno de nosotros que lo quiera recibir.

Para terminar, solo dar gracias a Dios y a nuestra Madre Santísima, para que nuestro equipo de catequesis siga siendo luz en medio de este mundo y buenos instrumentos en la formación y educación de la Fe de nuestros hijos. Gracias por confiar sus hijos en nuestra catequesis familiar del Liceo Alemán del Verbo Divino.

P. Freddy D´Souza, SVD, Los Ángeles.
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