En el amor de Dios Uno y Trino comunicamos el sensible fallecimiento del Padre Erich Gauer, SVD. Él falleció hoy a las 06:30 horas después de una penosa enfermedad. El P. Erich habría cumplido el 01 de marzo 90 años.

El Consejo Provincial ha decidido dar sepultura a nuestro cohermano en el cementerio de Huara, como era su deseo y a solicitud de muchos laicos de su parroquia y del Administrador de la Diócesis de Iquique.

Mientras tanto sus restos serán velados en la capilla Colonial de La Florida. Hoy a las 19:00 horas se celebrará una Eucaristía para agradecer a Dios y al Padre Erich por su entrega total al pueblo chileno y a su gente de Huara y del altiplano.

Breve Biografía

El Padre Erich Gauer, nació en Baden, cerca de Viena, Austria el 1° de marzo de 1932. Fue ordenado sacerdote en 1965 y después ingresó a la Sociedad del Verbo Divino (SVD). Fue destinado a Chile, donde trabajó desde 1968, primero en diferentes parroquias del centro y sur del país y después en el norte.

Profesó sus votos perpetuos en 1970.

Fue vicario parroquial de San Vicente de Paul, en la Florida, Santiago, por cuatro años, a cargo de la capilla de Villa O’Higgins, hoy Parroquia Santa Cruz; luego fue párroco de N.Sra. de Lourdes, Osorno por otros cuatro años; párroco de Quilaco, diócesis de Los Ángeles; párroco de Puerto Domínguez, en la Araucanía también cuatro años.

En 1988 el superior provincial lo envió a Huara, Diócesis de Iquique, como un primer paso para el servicio de la SVD en esa zona del norte del país, donde trabajó hasta el año 2021.

Otros religiosos de la congregación fueron posteriormente enviados a la zona.

El padre Gauer, desde Huara, atendía Pisagua, y varias localidades del interior de la provincia de Tarapacá.

Él siempre decía que quería morir en el norte de Chile y ser enterrado en el cementerio de Huara, donde ya tenía una tumba, con su nombre y fecha de nacimiento. Sólo faltaba la fecha de defunción.
En octubre de 2021 sufrió una caída y tuvo que ser operado del fémur de una de sus piernas, a comienzos de noviembre en el Hospital de Iquique. Fue dado de alta y fue recibido en la casa episcopal donde se estaba recuperando. Hubo que trasladarlo a Santiago donde los doctores sugirieron amputarle una pierna pues tenía gangrena. Sobrevivió a la operación, pero contrajo una neumonía, que le causó la muerte.

El P. Erich ha sido un gran misionero con un testimonio apasionado por el Verbo encarnado, especialmente en los más humildes y destacándose por su humildad, sencillez, sabiduría, austeridad y prudencia.