El P. Erich Gauer falleció en la Casa de Ancianos de los Misioneros del Verbo Divino en Santiago, donde sus cohermanos le despidieron con una eucaristía que presidió su antiguo obispo de Iquique, hoy obispo de Rancagua, monseñor Guillermo Vera.

Sin embargo, era su deseo ser enterrado en medio de la comunidad que sirvió por más de 30 años, Huara en el altiplano de Iquique, en el desierto para él tan querido.

Sus restos mortales llegaron a la catedral de Iquique a eso de las 11:30 horas del 22 de enero, acompañado del P. Provincial del Verbo Divino P. Yuventus Kota y otros cohermanos. El administrador diocesano de la diócesis, P. Guillermo Fajardo presidió la misa, que fue concelebrada por sacerdotes diocesanos y verbitas y por diáconos de la diócesis, junto a religiosas y laicos colaboradores del P. Erich.

En su homilía el P. Guillermo destacó la entrega y el servicio ministerial del misionero P. Erich en sus más de 30 años de servicio pastoral en el norte chileno. Agradeció también el compromiso de los Misioneros del Verbo Divino especialmente con los más pobres y necesitados de la región.

El P. Armando Schnydrig SVD compartió un testimonio sobre su antiguo compañero en la Casa de Formación, P. Erich, quien siempre quiso ser misionero, llegando a Chile en 1968. Trabajó primero en el sur del país. Llegó a Iquique en 1988 para asumir la parroquia Santísimo Redentor de Huara, región de Tarapacá, donde entregó su vida dando un ejemplo de sencillez, perseverancia, y profunda vida en silencio y oración.

Estas palabras fueron acogidas por la asamblea con un cariñoso aplauso.

Después de la celebración se trasladaron sus restos a Huara, para ser despedido por el pueblo. En la iglesia de Huara era esperado por sus feligreses. A las 16 horas se celebró la misa de réquiem que presidió el P. Provincial, y después fue llevado al cementerio “Santísima Trinidad” que queda en medio de la pampa desierta camino a Pisagua. Allí el P. Karol Gaier SVD, quien ha sucedido al P. Erich en esa parroquia, rezó el responso final acompañado del señor alcalde de Huara y vecinos que junto a los sacerdotes verbitas dieron sepultura a su querido cohermano.

Como comentó el P. Vicente Taji SVD: “ahora tenemos un intercesor más en el cielo para animarnos en el servicio misionero en esta tierra.”