Francisco dedica el primer mensaje de oración del 2022 contra la discriminación y la persecución religiosa. Recuerda que la libertad religiosa no se limita a la libertad de culto, sino que está vinculada a la fraternidad.

El Video del Papa comienza su séptimo año compartiendo la intención de oración que Francisco confía a toda la Iglesia Católica a través de la Red Mundial de Oración del Papa. Acaba de publicarse la edición de enero con un mensaje potente a favor de la libertad religiosa y de las personas que sufren discriminación. El Santo Padre invita a todas las personas a elegir “el camino de la fraternidad. Porque o somos hermanos, o perdemos todos”. Y para ello, es fundamental poner fin a tantas restricciones que mucha gente encuentra al querer profesar su fe.

Con un llamado de atención a todos los gobiernos del mundo, el Video del Papa —que este mes recibe el apoyo de Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN), organización caritativa católica internacional y fundación pontificia cuya misión es ayudar a los fieles allí donde estén perseguidos, oprimidos o necesitados mediante la información, la oración y la acción— refuerza la idea de que en las sociedades en las que vivimos y nos desarrollamos ha de florecer el reconocimiento de los derechos y la dignidad que todos tenemos por el hecho de ser personas.

Minorías religiosas y persecuciones
En su primera intención de oración del 2022, Francisco abre con dos preguntas directas, incisivas y que claman respuesta: “¿Cómo puede ser que actualmente muchas minorías religiosas sufran discriminaciones? ¿Cómo permitimos que haya personas que sean perseguidas simplemente por profesar públicamente su fe?”. En efecto, según revela el “Informe de Libertad Religiosa en el Mundo” publicado por ACN en abril de 2021, la libertad religiosa se vulnera en un tercio de los países del mundo en los cuales viven cerca de 5.200 millones de personas. El mismo informe expone que más de 646 millones de cristianos viven en países donde la libertad religiosa no es respetada. Asimismo, desde 2020 se viene denunciando cómo muchas minorías étnicas y religiosas, especialmente las que son de origen musulmán, no gozan de plenos derechos de ciudadanía en los países en los que viven.

La libertad religiosa como base de la paz
Es un tema que merece atención, como confirma Thomas Heine-Geldern, presidente ejecutivo de ACN Internacional: “Aunque es imposible conocer la cantidad exacta, nuestra investigación indica que dos tercios de la población mundial vive en países donde se producen violaciones a la libertad religiosa de una u otra forma. ¿Sorprende? No, esta situación ha ido creciendo durante siglos a partir de las raíces de la intolerancia, pasando por la discriminación, hasta la persecución. Creemos firmemente que el derecho a ser libre de practicar o no cualquier religión es un derecho humano fundamental que está directamente relacionado con la dignidad de cada persona.

Puede parecer obvio, pero incluso cuando los derechos humanos están en boca de todos, la libertad religiosa suele pasar desapercibida. Pero este derecho es el punto de partida de toda nuestra misión. ¿Cómo podríamos defender los derechos de la comunidad cristiana si no abogamos primero por el derecho universal? La religión se manipula una y otra vez para provocar guerras. En ACN nos enfrentamos a ello todos los días. Defender el derecho a la libertad religiosa es clave para exponer la realidad de estos conflictos. Las comunidades religiosas desempeñan un papel central cuando “nada funciona” política o diplomáticamente en las regiones en guerra y crisis del mundo. El mundo debe ser consciente de que las perspectivas de coexistencia pacífica serán desalentadoras si no se respeta la libertad de religión o de creencias como un derecho humano fundamental basado en la dignidad humana de cada persona”.

Caminos de fraternidad: acoger las diferencias de los demás
El Papa recuerda que la libertad religiosa está ligada al concepto de fraternidad. Y para comenzar a transitar los caminos de fraternidad que Francisco tanto insiste desde hace años, es imperativo no solamente respetar al otro, al prójimo, sino genuinamente valorarlo “en su diferencia y reconocer en él a un verdadero hermano”. Para el Santo Padre “como seres humanos tenemos tantas cosas en común que podemos convivir acogiendo las diferencias con la alegría de ser hermanos”. Sin conceder esta premisa, el camino hacia la paz y la convivencia común no es posible.

Se invita a rezar por esta intención, a informarse y leer el Informe de Libertad Religiosa que se puede encontrar en www.acn-chile.org>

Fuente: Vatican News – ACN Chile