El domingo 15 de agosto, Andrés profesará los Votos Perpetuos en la Congregación del Verbo Divino y a pocos días de ese acontecimiento, nos comparte su historia y sensaciones.

Soy nacido y criado en San Pedro que se ubica al norte de Paraguay, en un distrito que se llama Capiibary, una localidad hermosa conocida por la amabilidad de su gente, mujeres y hombres trabajadores y solidarios. También, aunque es una realidad de todo el país, mi pueblo se caracteriza por su profunda fe expresada en su religiosidad popular, en hacer viva la Palabra de Dios en medio de gente humilde, pero de genuina confianza en el Ñandejára (Dios), una palabra venida de nuestro dulce idioma Guaraní que designa al mismo tiempo un Dios comunitario, en quien juntos-creemos y seguimos, como al mismo tiempo un Dios que llama al individuo en su individualidad.

 Es a este Dios a quien quiero seguir en este estilo de vida perpetuamente desde los consejos evangélicos, quien está presente en diferentes culturas, pueblos y personas.

Desde pequeño me he imbuido en esa fe de comunidad en la capillita San Blas a través de las catequesis, en la visita de oración casa por casa que hacíamos comunitariamente, en los grupos juveniles que colocaron los fundamentos de mi fe y al mismo tiempo otras formaciones que me ayudarían a entender la universalidad de la Iglesia, que hay otros y otras que van haciendo vida en torno a la llamada de Jesús a seguirlo.

Mi familia ha jugado y sigue jugando un papel fundamental. Una familia humilde, de pequeños agricultores compuesta por cinco hermanos, dos mujeres y somos 3 varones en donde yo soy el mayor. Mi corazón se llena de gratitud hacia cada uno de ellos, por el testimonio de vida cristiana de mis padres.

Formación en la Congregación del Verbo Divino.

La primera parte de mi formación la realicé en Paraguay con muchos otros jóvenes llenos de esperanzas e ilusiones. Fui de la primera generación del Noviciado Común que tuvo sede en Paraguay compartiendo con 13 novicios de diferentes partes de Sudamérica. Posteriormente, fui enviado a Chile para hacer los estudios superiores de Teología. Ya en el año 2019 fui a Sudáfrica para hacer mi experiencia transcultural. Esta ha sido, otra más, una experiencia significativa, aunque justo estando allá llegó la pandemia y modificó totalmente la planificación que teníamos.

Estoy muy agradecido al Ñandejára por todo lo bueno que ha hecho y me ha dado hasta el momento presente de mi vida. La formación inicial no ha sido simplemente un pasar normas o formas de comportarse dentro de la Vida Religiosa, sino también rostros concretos de formadores y formandos que han sido ciertamente compañeros de vida, testigos del seguimiento de Jesús a pesar de sus propias limitaciones y búsquedas personales.

Destino Misional:

En junio de este año he recibido, con mucho agrado, el destino misional. El P. Superior General Paulus Budi Kleden y su Consejo me asignaron la Provincia de Botswana-Sudáfrica. Yo estuve un año y unos meses en la zona sur de África haciendo mi experiencia pastoral, por lo tanto, vuelvo con muchas esperanzas.

Es con ellos y en medio de ellos que daré mis pasos, junto a ellos y con ellos soñaremos una sociedad iluminada por el Reino prometido por Jesús. Finalmente, ese es el mejor lugar del mundo que Dios quiere para mí, emulando a nuestro gran misionero San José Freinademetz.