Con motivo de la fiesta de San Arnoldo Janssen -que  la Iglesia celebra el 15 de enero- el  Superior General, P. Paulus Budi Kleden SVD, extendió un mensaje a la familia verbita.

 

Mensaje textual

Estimados cohermanos, hermanas, socios laicos en la misión, bienhechores, familiares, amigos y amigas:

El 15 de enero es la fiesta de San Arnoldo Janssen. Reflexionando sobre la vida y misión de San Arnoldo y observando nuestra situación actual, me gustaría compartir con ustedes tres puntos pertinentes para nuestra vida y misión.

El primer punto es la comunicación. Como un acto profético, San Arnoldo resueltamente hizo uso de la imprenta para difundir la Buena Nueva durante los tiempos difíciles que vivió. Este es su legado para nosotros, especialmente en estos tiempos de crisis: hacer el mejor uso posible de los medios de comunicación. En nuestros días, el reto no es cómo crear los medios de comunicación, sino más bien acerca de los contenidos verdaderos y confiables y la forma responsable de usarlos. En el flujo de noticias falsas e información engañosa, necesitamos utilizar los medios para decir la verdad. Cuando estos tratan de manipular la crisis actual en beneficio propio y de intereses egoístas, es esencial emplear las diversas plataformas de los medios impresos y digitales para abordar la injusticia cometida con los débiles y vulnerables de nuestra familia humana y la explotación de la naturaleza. ¡Por lo tanto, nuestra vocación misionera nos recuerda nuestra responsabilidad de mantenerla real y verdadera en el mundo digital moderno!

El segundo punto es la promoción de la importancia de la ciencia para nuestra vida y misión. San Arnoldo fue un profesor de matemáticas y física. Se esforzó por dar el debido espacio a la ciencia que, a su vez, daría forma a su espiritualidad y le ayudaría a comprometerse con los asuntos prácticos de la misión. Con el fin de promover la educación científica, insistió en que dondequiera que los misioneros se hicieran cargo de una misión o comenzaran una parroquia, se aseguraran de que una escuela se adjuntara a ella. Más tarde, apoyó al P. Wilhelm Schmitt en su plan de iniciar la revista internacional de Anthropos, que es de crucial importancia para la tradición antropológica de la SVD. En estos tiempos de pandemia, es imperativo reconocer el papel indispensable de la ciencia y la necesidad de escuchar la guía de los científicos y otros expertos para organizar nuestra vida y realizar nuestra misión. La espiritualidad que heredamos de San Arnoldo no condena la racionalidad, sino que la complementa. Nuestro apostolado educativo y los institutos de enseñanza superior son el fruto de este encuentro dinámico entre la razón y la fe. Me gustaría destacar la contribución de las ciencias humanas, tales como la psicología y la consejería psicológica, a la salud mental y las cuales han cobrado importancia durante la actual pandemia. Nuestro compromiso con el bienestar humano y el crecimiento integral de las personas implica claramente proporcionar la asistencia psicológica a los que sufren, especialmente para ayudarles a hacer frente al estrés, el miedo y la ansiedad. Así, nuestra vida y misión enriquecida por la ciencia nos ilumina y nos hace más eficaces.

El tercer punto es la urgencia de la pastoral de la familia y de la juventud en nuestra misión. San Arnoldo mostró una especial preocupación por la familia. De hecho, animó a las familias a rezar y publicó una revista familiar con los objetivos de entretenimiento, formación de la fe y conocimiento general, y la promoción vocacional. En estos tiempos, especialmente durante el período de encierro, nos damos cuenta de que la vida familiar se vuelve extremadamente importante pero también a menudo difícil, en particular, en el área de cómo apoyarse mutuamente mientras se enfrenta a la incertidumbre del trabajo o la pérdida de ingresos o cuando se enfrenta a los desafíos de la educación de los niños o a la superación de la presión de permanecer confinados en las casas o apartamentos durante mucho tiempo. Como resultado, nuestra atención debe dirigirse de manera especial a las familias. El Papa Francisco ha proclamado este año 2021 como el «Año de San José» y el «Año de la Familia Amoris Laetitia». Mirar a San José significa mirar a la familia. Y mirar a la familia nos hará darnos cuenta de la necesidad de acompañar a los jóvenes.

Estimados cohermanos, hermanas, socios laicos en la misión, bienhechores, familiares, amigos y amigas:

Que San Arnoldo siga inspirándonos, especialmente en esta época de pandemia, para optimizar los recursos y herramientas disponibles de las tecnologías de la comunicación para propagar la verdad; para hacer uso de la ciencia en nuestra vida y misión y para comprometernos a caminar con las familias y los jóvenes. En septiembre de 1907 San Arnoldo escribió al P. Degenhardt en Chile, quien le había informado de algunas dificultades en la misión: «Los animo a mirar el futuro con mayor confianza, a pesar de todas las tribulaciones. Un árbol que se sacude con el viento echa raíces sólidas, y es de esperar que sea lo mismo con nosotros». También es nuestro deseo y oración que todos nosotros podamos mirar al futuro con más confianza a pesar de todos los desafíos, y que al pasar por todas estas difíciles experiencias estemos más arraigados en la Palabra y más comprometidos con la misión de Dios.

¡Feliz fiesta de San Arnoldo!

Paulus Budi Kleden, SVD
y el Equipo de Liderazgo