Memoria. Se trata de los beatos Luis Mzyk, Estanislau Kubista, Aloísio Liguda y Gregório Frackowiack, quienes fueron asesinados en campos de concentración y en cárceles especiales.
Hoy 12 de junio la familia verbita hace memoria de cuatro religiosos polacos que durante la Segunda Guerra Mundial fueron testigos con martirio de fidelidad a la vocación y los valores del Evangelio. Ellos son los padres Luis Mzyk SVD, Estanislau Kubista SVD, Aloísio Liguda SVD y el hermano Gregório Frackowiak SVD.
Sus historias
El padre Luis Mzyk nació en 1905 y fue hijo de un campesino que pronto se convirtió en trabajador en las minas de carbón. Se unió a la Congregación del Verbo Divino en 1918 y fue ordenado en 1932. Pronto fue asignado a trabajar como maestro de novicios.
Cuando el Ejército alemán invadió Polonia, el seminario de San Estanislao, donde trabajaba, se transformó en una prisión y el padre Luis fue enviado a un campo de concentración. Después de soportar dificultades y humillaciones, recibió un disparo en la cabeza el 20 de febrero de 1940.
El padre Estanislau Kubista nació en 1898 y fue hijo de un leñador y una ama de casa. En 1912 ingresó al seminario menor de la Congregación del Verbo Divino, en Nysa, Polonia y en 1921 profesó sus primeros votos en el seminario de San Gabriel en Austria.
Fue ordenado sacerdote el 28 de mayo de 1927 y le asignaron como destino misionero Polonia donde se dedicó al apostolado de los medios de comunicación, como editor de varias revistas misioneras (algunas de las cuales él mismo fundó), director de la imprenta SVD y editor. También se desempeñó como ecónomo provincial.
En septiembre de 1939, los alemanes invadieron Polonia y el seminario de Górna Grupa donde vivía el P. Estanislau fue ocupado por los nazis que sometieron a miembros de la comunidad SVD, junto con otro grupo de sacerdotes, a trabajos forzados en el campo. En enero de 1940, los sacerdotes fueron llevados al campo de concentración de Stutthof y en abril del mismo año los trasladaron a otro campo de concentración, esta vez en Sachsenhausen, cerca de Berlín. Con su salud cada vez más pobre, el P. Stanislau fue finalmente martirizado, el 28 de abril de 1940, por un soldado nazi que lo pisoteó, aplastándole el pecho y la garganta.
El padre Aloísio Liguda nació en Winów en 1898 en una familia de granjeros. A los 13 años ingresó al seminario menor en Nysa. En 1927 recibió la ordenación sacerdotal y la asignación al seminario menor en Górna Grupa.
Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial y la invasión de los alemanes, los miembros de la comunidad SVD fueron encarcelados con otros religiosos. En enero de 1940, el P. Aloísio fue transportado al campo de concentración en Stutthof, junto con otros ochenta y un sacerdotes. Más tarde, lo trasladaron a Grenzdorf y luego a Dachau.
A pesar de los días horrorosos, el P. Aloísio encontró el coraje de consolar a los demás. Debido a que tenía la ciudadanía alemana, podría haber mejorado su trato en el campo de concentración, pero se mantuvo fiel a la Iglesia y a su gente, en solidaridad con los otros sacerdotes que no tenían ningún privilegio. Se ahogó en un tanque de agua fría el 9 de diciembre de 1942.
El hermano Gregório Frackowiak nació en Lowecice, en 1911. Sus padres tenían un pequeño campo. En 1929, ingresó al postulantado para hermanos, en la casa misionera de Górna Grupa. Hizo sus primeros votos en 1932. Trabajó como encuadernador en la imprenta SVD y enseñó a los estudiantes de seminario la profesión.
Con la ocupación nazi en 1939, los sacerdotes recibieron una orden de arresto. Los hermanos pudieron regresar espontáneamente a sus familias, pero el hermano Gregory se mantuvo en solidaridad con sus cohermanos.
En 1940, los sacerdotes fueron transportados a un campo de concentración y el hermano Gregório se vio obligado a abandonar Górna Grupa. De vuelta en la casa de la familia, ayudó a su antiguo maestro de novicios, que servía en tres parroquias de la región.
Las prohibiciones alemanas impidieron el trabajo pastoral de los sacerdotes, pero aun así el hermano Gregory visitaba a ancianos y enfermos.
El Movimiento de Resistencia Polaco publicó un boletín clandestino, llamado «Por ti, Polonia», que el Hermano Gregório ayudó a difundir por un tiempo. En octubre de 1942, la Gestapo realizó una serie de arrestos por este boletín y también trató de arrestar al hermano Gregory. Al enterarse de esto, indujo a los prisioneros a poner toda la responsabilidad sobre él. Dijo que entre los acusados había muchos padres, y que podía asumir la responsabilidad total de salvarlos. Así se hizo: el hermano Gregory fue arrestado y el resto fue puesto en libertad.
Después de ser encarcelado en varios lugares, sufriendo humillación y tortura, finalmente fue sentenciado a muerte y decapitado el 5 de mayo de 1943.
Los cuatro mártires polacos fueron beatificados, junto con otros 108 mártires, en Varsovia el 13 de junio de 1999 por el Papa Juan Pablo II.
*Con información de svdesdeva