*Por: P. Ronald Aming’a SVD
Hermanos y hermanas:
Estamos ya en el mes de agosto, tiempo en el cual en Chile se celebra la solidaridad con los más necesitados. El término ‘solidaridad’ se refiere a un sentimiento o actitud humana de ayudar a los demás con lo que se considera bueno, sin recibir nada a cambio.
San Alberto Hurtado
Durante agosto es el tiempo de vivir esta invitación de estar siempre atento a la necesidad del prójimo, en especial en estos días de sufrimientos, dolores e incertidumbres indescriptibles a nivel mundial, provocados por la contingencia sanitaria del Coronavirus.
Por eso, somos convocados a promover acciones solidarias para el bienestar de los más vulnerables en nuestra sociedad, reviviendo la espiritualidad del santo chileno y figura inspiradora en el ámbito social: San Alberto Hurtado, que creía y vivía la virtud de “Dar hasta que duela.”
Esto es lo que el buen Dios espera de nosotros en Cristo Jesús, una virtud que transformará nuestro mundo actual a parecer mucho más a lo que Dios quiere, y en el fin del siglo, nos juzgará por ello en la forma que hemos vivido la invitación de ser solidarios con los vulnerables.
*Sobre el autor:
El P. Ronald Aming’a SVD es un misionero proveniente de Kenia, África Oriental, con tres años de sacerdocio cumplidos. Actualmente es vicario en la Parroquia Espíritu Santo de Iquique (norte de Chile), donde ejerce su servicio pastoral, según sus propias palabras, “con felicidad en esta bella cultura y pueblo solidario”.
Como testimonio de estos años de misión, el P. Ronald comenta que “me he dado cuenta de que la vida sacerdotal y religiosa es una realidad dinámica y viva que crece y evoluciona al ritmo de los cambios de la época. Es decir, sin una actitud de adaptarse a estos signos inevitables y cambiantes del tiempo, la vida religiosa, sacerdotal y de la Iglesia en general, perdería su sentido y se volvería inútil e irrelevante”.