Es uno de los misioneros que servirá en su patria y pretende enfatizar su apostolado en la juventud. En Chile se ha destacado por la intensa actividad pastoral desplegada en diversos ámbitos; en los últimos años ha acompañado a los migrantes.

“Mi nombre es Carlos Javier Villavicencio Paladines.  Nací el 02 de marzo de 1980 en Zamora, Ecuador. Mis padres son José (fallecido hace unas semanas atrás) y Rosa; soy el cuarto de cinco hermanos.

Desde pequeño me sentí llamado de una manera especial hacia lo religioso. Caminaba siempre con mi madre a los rezos del Rosario, hora de la Misericordia y adoración Eucarística. A los 15 años pedí a mis padres ingresar al Seminario Menor de nuestra diócesis en Loja, la respuesta del Rector fue esperar un año y luego podía ingresar. Lamentablemente en ese año nos mudamos con mis padres al oriente de Ecuador y poco a poco, según como pasaban los años, me fui olvidando de este llamado.

Ingresé a la universidad y me fui a vivir solo.  Siendo el año 2004 nuevamente comencé a sentir este llamado que había dado por olvidado; me negaba a que Dios me estaba llamando nuevamente.  Es por ello que el año 2005 decidí renunciar a mi trabajo y darme un tiempo para el discernimiento del llamado que sentía cada vez más fuerte. Es en ese año y a los pocos meses que un misionero del Verbo Divino llegó de misión con unos jóvenes al lugar donde vivía y me invitó a unirme a la próxima reunión de este grupo de jóvenes verbitas”.

Ingreso a la Congregación

“Acudí a esta invitación el 18 de febrero del 2005 y, a la par de esta, se estaba realizando una reunión de vocacionados para la Congregación.  Es allí donde el promotor vocacional me invitó a conocer la parroquia Verbo Divino en el Guasmo Sur de Guayaquil. La alegría que miraba en los misioneros y el trabajo con los más necesitados me enamoró automáticamente.  Es por eso que ingresé a la comunidad un 08 de septiembre de 2006. Ingresé al Noviciado el 08 de septiembre de 2008 y profesé mis primeros votos el 08 de diciembre de 2009.

Fui enviado a Chile el año 2013 donde inicié los estudios filosóficos – teológicos en la Pontificia Universidad Católica de Chile; el año 2016 partí a Angola, lugar donde realicé por dos años el Programa de Formación Transcultural  (OTP) de nuestra Congregación, retornando a Chile el año 2018 para culminar con mis estudios Teológicos”.

Destino misionero

“He sido destinado a la provincia de Ecuador, lugar donde espero poder poner mis dones al servicio de la Iglesia y la Congregación. En verdad me encontraba calmado al respecto, porque había colocado tres posibles destinos y encontraba en cualquiera de ellos la posibilidad de desarrollarme como misionero y ser feliz haciendo lo que amo. A inicios de este año tuve la posibilidad de reunirme con el padre John Cudjoe (Provincial de Ecuador) y en esta reunión se me manifestó considerar la opción de quedarme en mi provincia de origen, puesto que existimos pocos misioneros ecuatorianos y querían contar conmigo allí. Cuando me enteré que la decisión del Consejo General era que mi primer destino misionero sea justamente mi provincia de origen, primeramente agradecí a Dios Uno y Trino por ello.  Considero que Ecuador es una provincia donde los cohermanos viven en armonía en la misión, nuestras parroquias allá se encuentran entre los más necesitados y las Dimensiones Características de nuestra Congregación se ven reflejadas en el trabajo y esfuerzo de cada uno de los misioneros allí presentes.

A la vez considero que la destinación a Ecuador es un gran desafío para mi vida misionera. Tengo los dones y capacidades para servir en medio de mi pueblo y por qué no, ayudar con mi trabajo y testimonio a que cada vez sean más los jóvenes ecuatorianos que se sientan invitados a ofrecer sus vidas al Señor y consagrar sus esfuerzos para que Dios Uno y Trino sea alabado y glorificado por todos los pueblos.

No puedo dejar pasar la ocasión para agradecer a la provincia de Chile y cada uno de los cohermanos por estos años en medio de ustedes, agradecer a toda la gente maravillosa con quienes pude compartir y servir pastoralmente. Sin lugar a dudas dentro de mi corazón llevo impresos los buenos recuerdos y en mí siempre habrá un chileno de corazón”.