El sábado 20 de mayo del 2023 fue celebrado día de los catequistas de nuestra parroquia. En realidad, el día del catequista es el 21 de mayo cada año, pero los catequistas eligieron   a celebrarlo adelantado en el día 20 de mayo para no interrumpir las actividades de catequesis con los niños, los jóvenes y los adultos en el domingo 21 de mayo, Aparte de eso, había otra razón que el sábado fue un día festivo, en que los catequistas están disponibles para participar en esta celebración.

La celebración comenzó con una breve jornada en la iglesia de la parroquia para los catequistas animada por el Padre Luis Tamonob y asistió diacono Waldo Villarroel. La jornada tuvo como tema principal “Educar la fe en un mundo moderno marcado por el laicismo radical”. En el momento de la jornada, Padre Luis les compartió sus reflexiones acerca de los desafíos para la iglesia actual frente al mundo de hoy. Por ejemplo, la sociedad liquida, la superficialidad, el fragilísimo y la cultura de muerte en un lado, y de otro lado la religión sin Dios es decir se trabaja por otro interés, la predicación sin conversación o el anuncia de la falsa misericordia, las corrientes y las sectas. La crisis en la Iglesia actual no es la primera ni será la última. Cabe aprender de la historia ante la crisis. Por eso surge una pregunta, ¿qué hizo la iglesia cuando estaba en crisis. Otra vez, Padre Luis recalcó que hay que volver a las fuentes para la renovación: la Biblia encarnada y humanizante, la Apología teológica e histórica. Se tomó los textos bíblicos siguientes: “permanezcan en mí…, sin mi nada pueden hacer (Juan, 15:5) y Yo soy el camino, la verdad y vida (Juan, 14:6) para que los catequistas entiendan bien cuál es el tipo ayuda que esperamos de Dios en medio de las crisis.

Después, Padre Luis subrayó que la catequesis es una respuesta ante los desafíos del mundo actual.  Ante estos planteamientos, los catequistas compartieron sus experiencias, e hicieron su autocrítica y análisis, expresando que muchos católicos no estamos conscientes   o simplemente quedamos “dormidos”. Los católicos somos muy pasivos y no queremos hacer nada para superar esta crisis, ni defender nuestra fe. Sin embargo, los catequistas están muy conscientes de su misión y están motivados para enseñar la palabra de Dios a la gente en el momento golpeado por la crisis como está pasando en esta época.  Afirmaron que para ser anunciadores de la Palabra deben estar dispuestos a servir en cualquier situación.  La alegría y la tristeza son parte que se vive en este servicio misionero, y es un motivo más para agradecer a Dios. Fue por eso, dentro de este encuentro de reflexión, se realizó la Adoración al Santísimo Sacramento en la Iglesia Parroquial. Fue un momento de renovar el compromiso personal en silencio ante Jesús sacramentado. 

Finalmente, para concluir la celebración, los catequistas compartieron su alegría con una cena fraterna en el salón parroquial, lugar donde normalmente ellos hacen su catequesis. Luego, con el mismo espíritu de fraternidad, disfrutaron el momento de unión y se compartieron sus experiencias vividas, y miran al futuro con una gran esperanza para continuar su servicio especialmente para proclamar la palabra de Dios y dar testimonio en su diario de vivir.  Además, ellos están conscientes que en sus manos tienen una tarea tremendamente importante para anunciar la palabra de Dios. Fue un día maravilloso e inolvidable por haber tenido momento de compartir sus experiencias, apoyado y nutridos por la reflexión, con una esperanza viva para seguir siendo servidores cercanos y comprometidos de Cristo.

S. Julio Japa, SVD

(Colaborador)