Mi nombre es Antonio Alday Zamora. Vivo en la comuna de la Granja, Región Metropolitana de Santiago y estoy casado con Lucía del Carmen Lara Montero desde el  19 de diciembre de 1973 por la ley civil y desde  el 02 de febrero de 1974 por la Iglesia. Nuestra familia está compuesta por 3 hijas: Marcela Alejandra, Marcia Andrea y Natalia Lucía. También tenemos 7 nietos, de los cuales 3 son mujeres y  4 son varones y 1 bisnieto.

En el ámbito laboral me desempeñé como técnico en Comercio Exterior y mi esposa trabajó como auxiliar de Enfermería. Hoy los dos somos jubilados.

Nuestra búsqueda en la Iglesia comenzó en los años 80, más precisamente en 1984, por  la catequesis familiar de nuestra primera hija Marcela Alejandra en la capilla Virgen de Los Pobres de la Parroquia San Gregorio, cuyo párroco era el padre Juan Meyer de la Congregación del Verbo Divino.

Tras el fallecimiento del padre Juan el 25 de agosto de 1985, llegó a la Parroquia el padre Rafael Hernández Berríos en marzo de 1986 y en septiembre de 1986 nuestra hija recibió su primera comunión.  Al año siguiente,  ingresamos a un nuevo proceso de preparación de primera comunión para nuestra  hija Marcia Andrea  que recibió su sacramento en 1989. Después de ese acontecimiento, el vicario parroquial y acompañante de nuestra comunidad Virgen de Los Pobres, padre Pedro Ossandón, nos solicita -a mi esposa Lucía y a mí- prepararnos para ser catequistas familiares y así nos hicimos cargo de un grupo de familias para que sus hijas e hijos recibieran  la Primera Comunión.

Desde esta fecha realizamos muchas tareas y estudios  pastorales, entre los que puedo mencionar: catequista familiar, coordinadores pastorales de la Comunidad, Encuentro Matrimonial, ministro Extraordinario de la Comunión, tesorero de la Comunidad, encargados de los equipos de acólitos  de las diferentes capillas de la Parroquia, formadores pastorales de la Parroquia, catequistas para novios y bautismos y acompañamientos de familias.

En los estudios, participamos en muchos cursos, talleres y charlas con mi esposa en vías a estar mejor preparados para cumplir nuestra misión evangelizadora para nuestra Parroquia y capillas, y destaco los siguientes: catequistas de familia, novios, bautismo, curso de catequesis y pastoral del Instituto de Catequesis, curso de Teología pastoral para laicos en la Universidad Católica.

El camino del diaconado

En el año 1992 el padre Pedro Ossandón nos solicita a mi esposa y a mí que iniciemos el camino de búsqueda y preparación para el diaconado permanente y nos presentó a la Vicaría Sur y luego a la Escuela del Diaconado. Luego del proceso formativo, recibí la ordenación el 20 de diciembre de 1997 y con la gracia de Dios y de nuestra Madre María de los Pobres, este año cumpliré 24 hermosos y gozosos años de servicio a nuestra Iglesia de Santiago

Nuestra acción misionera se ha desarrollado en varios ámbitos:   en 1999 el padre Rafael Hernández, vicario de la Zona Sur me solicita incorporarme al equipo de discernimiento diaconal de la Zona para acompañar y ayudar a los postulantes y candidatos al diaconado permanente de la Zona Sur, tarea  que era encabezada por el padre Carlos Coopman.  Junto con mi esposa, teníamos la misión de ser matrimonio secretario del equipo y estuvimos en esta labor   hasta comienzos del año 2007, luego el vicario zonal de la época nos invita a formar parte de la Pastoral Familiar de la Zona para hacernos cargo de esta Pastoral, cuyo servicio era acompañar a novios, matrimonios, dando talleres de acompañamiento a familias con un equipo de 8 matrimonios.  Para ello tuvimos que prepararnos haciendo cursos en la Vicaria para la Familia.

En nuestra Parroquia San Gregorio nuestra acción pastoral y de acompañamiento ha sido muy hermosa y fructífera.  Actualmente con mi esposa  solo estamos dedicados exclusivamente  al servicio parroquial, siendo asesores de la Comunidad Virgen de los Pobres.

Con  la pandemia, desde el año pasado ayudamos en la Pastoral Social de la Parroquia y junto a un equipo de personas entregamos almuerzos a aproximadamente 130 personas.  Los días lunes, miércoles y sábados se cocina en la Parroquia y los  martes y jueves nos traen para repartir desde la Fundación San José  y del  colegio Newland.

En nuestros lugares de trabajo también nos tocó desarrollar actividades pastorales, en mi caso, en la Empresa Sika Chile en la cual trabajé por 30 años y jubilé el 2009. En ese lugar formé una pastoral de acompañamiento a los trabajadores y  en las fiestas de aniversario de la empresa  entregábamos mensajes y regalos a los matrimonios que cumplían 25 años en esa fecha. Mi acción como dirigente sindical me ayudó a poder hacer estas acciones de evangelización a los matrimonios.

Por su parte, mi esposa Lucía en su trabajo en el  Servicio médico y dental de Carabineros de Chile -donde sirvió por 20 años- formó una pastoral de oración y compañía para sus colegas.

Como matrimonio y familia diaconal damos muchas gracias a Dios, a su Hijo Jesús y a nuestra Madre María de los Pobres, porque nos permiten servir a muchas personas que hoy necesitan de la Iglesia con el apoyo material y espiritual en este sector de la Parroquia San Gregorio

 ¡Gracias, Señor!