El itinerario espiritual que ha iniciado el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), a través de los subsidios de Cuaresma y Pascua, llega hoy con el desafío pastoral de “acompañar a los pueblos originarios y afrodescendientes en la defensa de la vida, la tierra y las culturas”.

En esta ocasión, el llamado –desde el Documento conclusivo de Aparecida (DAp) – es a defender estos pueblos que “están amenazados en su existencia física, cultural y espiritual; en sus modos de vida; en sus identidades; en su diversidad; en sus territorios y proyectos”.

“Algunas comunidades indígenas se encuentran fuera de sus tierras porque éstas han sido invadidas y degradadas, o no tienen tierras suficientes para desarrollar sus culturas. Sufren graves ataques a su identidad y supervivencia, pues la globalización económica y cultural pone en peligro su propia existencia como pueblos diferentes”, se lee en el 90 del DAp.

Jesucristo camino, verdad y vida

La invitación en este sexto domingo de Pascua es buscar la verdad como don de Jesucristo a sus discípulos, porque “la verdad nos hará libres y la libertad integral incluye la autenticidad interior y la transparencia testimonial ecosocioeclesial, en todos los momentos y en todos los espacios. No se trata de la visibilización clerical ni de la espiritualización de los conflictos, sino de la contagiosa alegría del amor de Jesucristo camino, verdad y vida”.

Reconocer a Cristo resucitado, y amar como él (Jn 15,13), nos desafía a “promover una Iglesia, casa de acogida, en la que se integren las diversidades culturales, étnicas y sexuales” (AELAC 20), para que el “adoctrinamiento” deje paso a la “evangelización” encarnada, inculturada, intercultural, poliédrica, misericordiosa y ecosinodal.

Discípulos y misioneros de América Latina y el Caribe, estamos llamados a contribuir “en el fortalecimiento de sus identidades y organizaciones propias, la defensa del territorio, una educación intercultural bilingüe y la defensa de sus derechos” (DAp 530 y 532), creando espacios que generen procesos de defensa de la dignidad humana y respondan ante situaciones de injusticia y pobreza.

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Fuente: Prensa Celam