Este viernes 2 de septiembre se realizó el primer encuentro de quienes están siendo convocados desde las diócesis y comisiones nacionales a participar de la Asamblea Eclesial Nacional.

Más de 300 personas -entre participantes, secretarios y equipos de trabajo- se conectaron vía remota para conocer más de este hito del camino sinodal en curso, que tiene como una característica el trabajo previo en comunidades.

En la reunión se recordó a los participantes que esta asamblea se enmarca en una tradición pastoral, que inició en 2007 y se volvió a experimentar en 2013. Sin embargo, también se relevó que esta asamblea a diferencia de las anteriores tiene un origen y un proceso que se ha ido viviendo de manera distinta. Es por eso que trayendo a la memoria la Carta de Francisco al Pueblo de Dios que peregrina en Chile, se destacó que esta asamblea busca avanzar en el llamado hecho por el papa en 2018 a ser una Iglesia en salida que se deje ayudar e interpelar para dar los pasos necesarios para una renovación y conversión eclesial que sea sana y a largo plazo.

Iglesia profética, sinodal y esperanzadora

También se dio cuenta que la Asamblea tendrá como grandes insumos el camino de discernimiento recorrido por el pueblo de Dios desde entonces, entre ellos: el “Informe de sistematización” que recogió más de seis mil opiniones del proceso de escucha y discernimiento desarrollado en 2019, los documentos “Integridad en el Servicio Eclesial”, “Frecuentemos el Futuro”, los aportes de Chile para la Asamblea Latinoamericana, así como los informes diocesanos y de los obispos para el Sínodo sobre la sinodalidad.

En todo este proceso se ha podido ir profundizando en la necesidad de asumir el desafío de avanzar en relaciones más evangélicas y estructuras sinodales. Al respecto, el secretario pastoral de la Conferencia Episcopal, Renzo Ramelli, señaló que la Asamblea quiere ser “un espacio de diálogo, escucha y consolidación de las búsquedas de renovación fruto de un largo camino sinodal de discernimiento que se inició en 2018 a raíz de la crisis de los abusos y sobre los cuales las comunidades han expresado un sentir compartido respecto de los cambios que tenemos que asumir”, todo en ello para avanzar – como también lo expresó el papa en su carta a la Iglesia en Chile- hacia una “Iglesia cada día más sinodal, profética y esperanzadora”. Es así como cada jornada de la Asamblea, que se desarrollará entre el 7 al 9 de octubre en Santiago, será motivada desde esos conceptos, con un fuerte llamado a hacer de dicho encuentro, una experiencia en el Espíritu. Para ello se conformarán comunidades que se conocerán antes de la Asamblea.

Finalmente, se vieron cuestiones prácticas respecto a la inscripción de los participantes y se hizo una revisión general de los horarios de la Asamblea. Próximamente la Secretaria Pastoral de la CECh convocará a nuevos encuentros previos a la Asamblea de manera de ir conformando las comunidades.

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