El 18 de agosto de cada año, los fieles de la nortina localidad de Canela celebran el Día de la Solidaridad, recordando también a San Alberto Hurtado y toda su obra. Es así como durante esta jornada, creyentes, peregrinos y también turistas, se vuelcan a demostrar su amor verdadero a los hermanos que sufren, y se reúnen en torno a la imponente estatua del San Alberto Hurtado, de más de cinco metros de altura, que acoge al visitante.

Ubicada en la Carretera Panamericana Norte, en la comuna de Canela, IV región de Coquimbo, también se emplaza la ermita del Santuario del Padre Hurtado, lugar en el que muchos se detienen a descansar o cumplir sus mandas. También es el rincón en que rezan y elevan sus plegarias al segundo Santo chileno. Dado que el viernes 18 de agosto es un día laboral, se celebró la Santa Misa el sábado 19, actividad en la que participaron más de 60 fieles, entre habitantes de la localidad y otras personas que estaban de paso por el lugar.

En la Eucaristía, presidida por el P. David Mannekanti, SVD, se elevaron plegarias para que valores como la “solidaridad, servicio, igualdad y justicia” de San Alberto prevalezcan en Chile, “porque Dios fue solidario con la humanidad y nos invita a que imitemos su ejemplo y nos transformemos en buenos samaritanos con los necesitados”, precisó.

En la misa, además, se reflexionó sobre algunas de las frases de San Alberto que resuenan en la memoria de los chilenos:  «¿Qué haría Cristo si estuviese en mi lugar?» “Dar hasta que duela”, “Acabar con la miseria es imposible, pero luchar contra ella, es deber sagrado”. “Es bueno juntar las manos para rezar”. “Contento Señor contento”. «¡Mi Misa es mi vida, y mi vida es una Misa prolongada!»  «La muerte, para el cristiano, no es un gran susto sino la gran esperanza”.

Esperamos que todos los asistentes hayan tenido un fin de semana de meditación en familia, y repliquen en gestos y obras lo que San Alberto nos enseñó y que con tanto amor recordamos durante la Santa Misa.

* P. David Mannekanti, SVD