Cada año, el 15 de enero, los miembros en todo el mundo de las Congregaciones SVD, SspS y SSpSAP celebran la fiesta de su fundador, San Arnoldo Janssen. En esta ocasión, para quienes somos parte de la Congregación del Verbo Divino, esta importante fecha es conmemorada en el marco del Año Jubilar por los 150 años de la SVD en el mundo y los 125 años en Chile. En el espíritu de este especial periodo, cada integrante es invitado a ser creativo y una luz para un mundo herido.
Hablar de un mundo herido significa que queremos examinar las patologías sociales, políticas, culturales y naturales que no están bien en la actualidad, con el destello de nuestra fe (teología) y otras ciencias. Las patologías sociales y políticas que han causado que el mundo esté herido no solo ocurren en el siglo XXI. Hace dos mil años, cuando Jesús nació, el mundo ya estaba herido. Rafael Aguirre et al. (2009) escriben que Jesús nació en una época crítica en la que había tensiones sociales, políticas y religiosas. Jesús nació justo cuando el poder político del Imperio Romano dominaba intensamente la región del Mediterráneo y Judea estaba bajo el control del rey títere Herodes el Grande; Jesús nació en un contexto de emergencia, pobreza, y su infancia transcurrió en un lugar de refugio en Egipto, porque Herodes el Grande lo buscaba para matarlo; Jesús vivió y trabajó en Israel para sanar las heridas del mundo. Y, Jesús realmente sanó las heridas físicas, mentales y espirituales de las personas más humildes de su tiempo con gran éxito. Sin embargo, sus obras caritativas, sociales y humanitarias se convirtieron en un desencadenante de descontento entre las élites judías de la época, quienes luego se conspiraron con los gobernantes romanos para acabar con la vida de Jesús. La vida de Jesús terminó trágicamente a manos de las fuerzas romanas.
Arnoldo Janssen fue un discípulo de Jesús que vivió en el siglo XIX. Nació en Goch, el 5 de noviembre de 1831, y falleció en Steyl, el 15 de enero de 1909. Su padre se llamaba Gerard Janssen y su madre Anna Katarina Wellesen. Gerard y Anna tuvieron 11 hijos; tres de ellos murieron al nacer. Arnoldo Janssen fue el segundo hijo. La familia era sencilla, pero poseía lo suficiente para vivir. Además, sus miembros siempre fueron muy trabajadores y fieles en adherirse a las enseñanzas de la fe católica.

Como discípulo de Jesús y sacerdote, Arnoldo Janssen también experimentó un mundo herido, similar a lo que Jesús vivió en Israel, aunque de otra manera. Janssen evidenció la persecución sistemática y masiva de la Iglesia de Cristo, orquestada por la campaña política Kulturkampf promovida por Otto von Bismarck en Alemania en ese entonces. Se prohibió todo el trabajo y desarrollo misionero de la Iglesia Católica y los sacerdotes fueron expulsados de dicho país. Como consecuencia de esa decisión política errónea y emocional, se cerraron iglesias, monasterios y escuelas católicas. Sin embargo, Jesús le habló a Arnoldo Janssen a través de la oración y la reflexión, llamándolo a hacer algo para seguir trabajando en la sanación del mundo herido. Así nació en él la «loca» idea de fundar una casa misionera.

El objetivo principal de construir dicho espacio en Steyl fue reunir a los sacerdotes y hermanos de la Congregación que habían sido desactivados por el régimen de Otto von Bismarck, y luego formarlos y educarlos para ser misioneros dispuestos a ir a tierras de misión. Esta idea fue puesta en duda y muy criticada por muchos, especialmente por los amigos de Arnoldo Janssen. Uno de los cuestionamientos más fuertes vino del obispo de Colonia: “Ahora la situación es crítica, la iglesia está colapsando y ¿usted quiere fundar una casa misionera?”. Janssen respondió: “Justamente sobre estas ruinas debe empezar algo nuevo.”
Al principio, la SVD fue fundada sobre las ruinas de un mundo herido. Arnoldo Janssen comenzó la casa de misión en Steyl desde la nada, en una situación social y política gravemente enferma; la sociedad vivía por debajo de la línea de pobreza y la iglesia de Jesús era perseguida por un régimen político brutal. Arnoldo Janssen comenzó a materializar su proyecto desde la nada, pero Jesús le otorgó gracia, ideas brillantes y valentía para iniciar algo nuevo desde un estado de heridas. Por eso, con ligereza, Arnoldo Janssen respondió a las dudas de autoridades de la Iglesia Católica de Colonia: “Justamente sobre estas ruinas debe comenzar algo nuevo.”

Nuestro fundador ha tomado una parte plena en la misión de Jesús en su tiempo. Ahora, esa responsabilidad ha sido confiada a la gran familia misionera de Steyl para continuarla. Nuestra misión es la misma: cumplir con el mandato de Jesús: «Vayan por todo el mundo y proclamen a todos la buena noticia» (Mc 16,15) lo que significa estar allí para compartir el amor del Hijo de Dios y la alegría con aquellos que están heridos y marginados por la opresión y la injusticia, y traer luz y paz sobre las ruinas y la oscuridad de este mundo.
QUE EL CORAZÓN DE JESÚS VIVA EN EL CORAZÓN DE TODA LA HUMANIDAD
¡FELIZ FIESTA DE SAN ARNOLDO JANSSEN!
P. Leo Jesus Leto, SVD
(Coordinador de Comunicación SVD Chile)