Misión de Verano Liceo Alemán del Verbo Divino 2024

La misión, en el contexto cristiano, significa anunciar la Buena Nueva del Evangelio a los demás, tal como lo mandó Jesús, el Maestro, diciendo: “Vayan por todo el mundo y proclamen el Evangelio a todos la Buena Noticia.

El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, será condenado” (Marcos 16:15-16). Los misioneros del Verbo Divino interpretan este mandato divino a través de un lema: «Su vida es nuestra vida, su misión es nuestra misión».

En la práctica, en las comunidades de la SVD el mandato de Jesús de tener una vida misionera se lleva a cabo a través de distintas actividades pastorales, tales como la enseñanza de la fe y los valores cristianos, tanto en las parroquias como en los colegios verbitas.

Específicamente en el contexto escolar, el mandato misionero se traduce en la realización de diversas iniciativas pastorales, siendo una de ellas la Misión de Verano.

En el espíritu del Año Jubilar 150 de la SVD, la comunidad educativa del Liceo Alemán del Verbo Divino de Los Ángeles organizó la Misión de Verano 2024.

Desde el 26 hasta el 30 de diciembre, el P. Aloysius Tamonob, SVD, y el P. Leo Jesús, SVD, acompañaron a un total de 65 estudiantes y exalumnos del LAVD, junto a algunos profesores y padres de familia, quienes se trasladaron hasta la comunidad de El Corcovado, perteneciente a la Parroquia de Santa Bárbara.

Durante esos cinco días, los misioneros acamparon en la Escuela del sector y, divididos en 6 grupos, se identificaron con el nombre de algunos santos. Cada equipo tenía un líder y sublíder, y se les asignaron tareas cotidianas como, por ejemplo, guiar las oraciones, preparar el desayuno, almuerzo y once, limpiar los baños, las mesas, organizar la liturgia para la Eucaristía, y visitar a las familias de la comunidad.

Durante esta Misión de verano, los jóvenes experimentaron un estilo de vida similar al de un seminario, ya que todas las actividades, desde el despertar hasta la hora de dormir, estaban regidas por el tiempo y marcadas por la oración y Misa. Además, realizaron muchas obras sociales y caritativas, como, al momento de visitar a los lugareños, ayudarles a cortar y guardar leña.

También, cooperar en la reparación de distintos espacios de las viviendas, y limpiar el patio de la capilla San Francisco de Asís, de El Corcovado. Además, el equipo pastoral del LAVD invitó a Juan Alarcón, Jorge Pardo y la Sra. Ximena Valenzuela Santibáñez para ofrecer formación espiritual a los jóvenes, la que fue de gran ayuda en su proceso de crecimiento espiritual y en su acercamiento a Dios y a los demás.

Jesús llama a los jóvenes del LAVD para servir

En esta Misión de Verano, los estudiantes sintieron que realmente fueron llamados por Jesús para llevar la Buena Noticia a Su pueblo en El Corcovado y El Manzano, aunque a veces no se daban cuenta de ello. Jesús mismo los llamó y movió sus corazones para ir a la misión, compartir su amor, felicidad, servicio con los demás e interactuar con personas sencillas y servirles a través de actividades sociales y caritativas.

En su homilía, el P. Leo dijo a los jóvenes misioneros: “Ustedes están aquí porque Jesús los ha llamado por su nombre. Jesús los necesita para ser sus misioneros. Si Jesús no los llamara, no estarían en un lugar tan solitario y caluroso como este. El servicio que están realizando no es para los sacerdotes, sino para Jesús”.

Creatividad de los Jóvenes misioneros

Durante los cinco días en el campo de misión, los estudiantes fueron muy creativos y dedicados en el servicio, tanto a los fieles como entre ellos mismos en el campamento, siempre con entusiasmo, dedicación y responsabilidad.

A pesar del calor y el polvo en las calles y de los autos averiados en medio del camino, su fervor misionero nunca se apagó. Ellos siguieron visitando a los fieles lejanos, compartiendo amor a través de acciones como cortar leña, reconstruir casas caídas, y hacer letras con piedras tomadas del río para formar el nombre de la escuela.

También aprendieron a compartir el amor, la fe, la fraternidad y la alegría entre ellos, y vivieron momentos que a menudo no experimentan en casa, como cocinar, hacer fila en la hora de almuerzo, limpiar los baños, valorar cada porción de comida preparada y aprender a trabajar y sobrevivir en situaciones de emergencia.

La Misión de Verano de este año fue una experiencia de gran significado y muy positiva, tanto para los jóvenes como para los habitantes de las comunidades de El Corcovado y El Manzano. Los misioneros del LAVD realmente vivieron lo que se ha convertido en la espiritualidad de los SVD: “Su vida es nuestra vida y su misión es nuestra misión.»

P. Leo Jesus Leto, SVD

(Coordinador de Comunicación SVD Chile)