El final del año es un momento importante, pues nos tomamos un momento para intentar reflexionar, revisar nuestro interior, mirar hacia todo lo que hemos vivido a lo largo del año que termina. Hay tantas cosas que debemos mejorar, ¿por qué? Por supuesto, para nosotros mismos, para nuestro propio futuro, para la seguridad de nuestras vidas, evitando los deseos mundanos y pensando en la seguridad y felicidad de los demás, especialmente de aquellos que sufren y necesitan.
Ahora, antes de celebrar el nuevo año, recordemos la ignorancia, la avaricia, la corrupción y el deterioro de la moral y la ética que siguen manifestándose en nuestro estilo de vida y en este mundo. Entonces surge la pregunta: ¿Cómo celebrar este Año Nuevo? Para aquellos que queremos celebrar, reflexionar y mejorar, sin olvidar cuidar a los demás, tomando un papel activo en la vida misionera, en la iglesia y la sociedad. Tener calma y paciencia para afrontar diversos desafíos problemas y no bajo el dominio de las emociones. Hablar cortésmente, no ofendiendo los sentimientos de otras personas. Respetar a las demás sea cual sea su estatus, color y raza, así, muchas de nuestras actitudes, palabras, testimonio de vida inaceptables que aún deben corregirse
Velar por no repetir ningún error o mala acción este año. Deberíamos corregir todos nuestros defectos y mejorar nuestra bondad. Reformémonos, organicémonos en una mejor dirección. Invita a los demás a hacer siempre el bien. Intenta controlar tus malos deseos, transmite cariño y ama con sinceridad. Y lo más importante, pedir perdón a Dios por todos los errores y pecados que hemos cometido.
Preparemos un «corazón nuevo» para recibir el Año Nuevo, para que los errores cometidos y falsos testimonios no se repitan en el 2025, al que le damos la bienvenida. No te aferres y no te encierres en las preocupaciones del mañana, esto sólo aumentará tu carga. Fortalece tu intención de lograr el éxito y felicidad en el nuevo año.
Dios nos entrena para enfrentar grandes desafíos y problemas, para que podamos ser fuertes y pacientes al navegar por los océanos de esta vida. Los problemas son nuestro medio para APRENDER a ser cada vez mejores. Aprender de los demás y con los demás para vivir en comunión en el Amor de Dios Trinitario.
La vida es un continuo APRENDIZAJE:
APRENDE a ser agradecido, aunque no sea suficiente;
APRENDE a ser sincero, aunque no quieras;
APRENDE a obedecer, aunque sea difícil;
APRENDE a comprender, aunque no estés de acuerdo;
APRENDE a tener paciencia, aunque estés agobiado;
APRENDE a ser fiel, incluso cuando seas tentado;
APRENDE y sigue APRENDIENDO.
Esto es lo que hace la vida más viva, una vida más coherente y consistente.
Que el año 2025 podamos ser aún mejores, APRENDER y APRENDER siempre.
Tengan la seguridad de que Dios no nos deja solos. Recuerden que los problemas son nuestro medio para aprender, pensar y lograr una vida mejor. Por esa razón, tómate un momento antes de que llegue el 2025 y detente unos instantes.
Tómate un tiempo para pensar, porque es una fuente de fortaleza.
Tomate un tiempo para orar, porque es fuente de calma.
Tómate un tiempo para dar, porque hace que la vida tenga sentido.
Tómate un tiempo para servir, porque ese es el valor del éxito
Que esta reflexión se convierta en algo más significativo y nos ayude a conducirnos hacia un camino lleno de luz, prosperidad y felicidad.
Feliz año nuevo queridos hermanos, Dios está siempre con nosotros en cada paso y lucha de nuestras vidas y nos acompaña en cada segundo. Unamos nuestras manos para recibir una nueva vida y un nuevo corazón.