*Por: Hna. Rafaela Wojenska SSpS
El 16 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Tolerancia establecid0 por la ONU en 1995. El objetivo es lograr la cooperación internacional en la solución de problemas de carácter económicos, social, cultural, humanitario y en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinciones por motivos de raza, sexo, idioma y religión.
El diccionario de la Real Academia Española define la tolerancia como el respeto por los pensamientos y acciones de terceros cuando resulten opuestos o distintos a los propios.
El concepto se origina en el latín “soportar” y hace referencia al nivel de admisión o aprobación frente en aquello que es contrario a nuestra moral. Se trata de la actitud que adoptamos cuando nos encontramos con algo que resulta distinto a nuestros valores.
En el mundo que vivimos y nos movemos es muy importante tomar en cuenta el valor de la tolerancia. ¿Qué se entiende por la tolerancia? La tolerancia es el respeto a las ideas, a las creencias, a las costumbres, porque todos somos diferentes y la sociedad es diversa. Es la capacidad que permite aceptar a las otras personas a ser diferentes, de pensamiento libre para que haya mejores relaciones entre las personas, a su vez, respetar su forma de expresarse, su comportamiento y sus valores, tener derecho a vivir en paz y a ser como son.
Jesús en su vida ha manifestado en muchas ocasiones la tolerancia frente a las personas con quienes compartía la vida y la misión. La cercanía con las personas especialmente con los más pobres y marginados de la sociedad con una actitud de acogida, escuchas, sanación, enseñanzas sobre la ley de amor a Dios y al prójimo. Este es mi mandamiento: que se amen unos a otros como yo los he amado (Juan 15,12).
¿Qué nos señalan algunos textos bíblicos sobre la tolerancia en las diferentes cartas de San Pablo a las comunidades?
La Carta a los Colosenses 3,13 dice: “Sopórtense y perdónense unos a otros si uno tiene motivo de queja contra otro. Como el Señor los perdonó, a su vez hagan ustedes lo mismo”. Jesús manifiesta el gran amor que es la clave para ser más tolerante, pues abre nuestra mente y corazón para aceptar a los demás a pesar de sus imperfecciones, límites y diferencias.
La Carta a los Efesios 4, 32 dice:” Más bien sean buenos y compasivos unos con otros, perdonándose mutuamente como Dios los perdonó en Cristo”. Jesús nos invita a practicar el amor fraterno y la misericordia mutua para alcanzar la perfección en nuestra vida.
La Carta a los Filipenses 8-9 dice:” Hermanos, fíjense en todo lo que encuentren de verdadero, noble, justo y limpio; en todo lo que es fraternal y hermoso, en todos los valores morales que merecen alabanza. Pongan en práctica todo lo que han aprendido, recibido y oído de mí, todo lo que me han visto hacer, y el Dios de la paz estará con ustedes”. Dios es infinito Amor y nos habla de mil maneras a través de los demás. Solo sepamos descubrir esa actitud tan libre y abierta de los creyentes porque en este mundo se dan cosas grandes y nobles.
La Iglesia expresa sobre la tolerancia religiosa que es fundamental para la vida en sociedad. Asimismo, la tolerancia religiosa significa que nadie tiene derecho a imponer sus creencias a los otros, a obligar a los demás a observar y acatar los mismos principios que dicta su doctrina espiritual.
Por su parte, el Papa Francisco define la tolerancia como el diálogo, la compasión y la difusión de una cultura de la tolerancia, la aceptación de los demás y la coexistencia entre los seres humanos contribución en gran medida a reducir muchos de los problemas económicos, sociales, políticos y ambientales que asedian a gran parte de la humanidad.
Se puede afirmar que sin tolerancia la paz no es posible. Con tolerancia es posible hacer la evolución de una cultura de paz y el aprecio al pluralismo cultural.
*Sobre la autora:
La hermana Rafaela Wojenska es oriunda de Polonia y pertenece a la Congregación Misionera Siervas del Espíritu Santo. Actualmente sirve en Chile en el Colegio Emelina Urrutia de El Monte donde, además, acompaña a un grupo Bíblico y a la agrupación AMES. También ha dedicado su servicio misionero al pueblo mapuche y hoy por hoy acompaña a la Pastoral Mapuche de Santiago.