*Por: Hna. Sandra Pinto ACI

Me alegra tener la oportunidad de decir una palabra respecto de esta solemnidad que es fiesta de la Iglesia y para nosotras, Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, especialmente. Nuestras fundadoras decían que hemos nacido de “Su Corazón” y nosotras lo actualizamos reconociendo que no solo nacimos, sino que “seguimos naciendo de Su Corazón[1].

Habitualmente, la tradición de la Iglesia celebra esta solemnidad promoviendo el culto Eucarístico (Adoración al Santísimo), fomentando la devoción en torno al Corazón de Jesús. Es bello ver a las personas en esta devoción. Nosotras también, como Esclavas de su Corazón promovemos el Culto Eucarístico y probablemente, en este día, intencionadamente motivamos más esta devoción.

Me pregunto y me respondo…

El corazón es un órgano de nuestro cuerpo que no solo tiene funciones vitales, sino al que le atribuimos los afectos.  Incluso al escribir sustituimos la palabra amor, en todos los idiomas, por la imagen de un corazón. Hablamos de tener buen o mal corazón para juzgar la conducta de las personas, lo usamos como unidad de medición cuando queremos decir que amamos mucho, decimos “te quiero con todo mi corazón”. Por tanto, celebrar el Corazón de Jesús es celebrar las entrañas amorosas de nuestro Dios, es celebrar que en Su Corazón hay muchos intereses, muchos nombres, muchas situaciones,  y muchas personas. Decir que celebramos el Sagrado Corazón de Jesús nos pone en esa sintonía, con lo que hay en su corazón, con sus afectos.

Nuestra fundadora, Sta. Rafaela María decía: “Menos ocuparme de mí y muchísimo más de los intereses de Jesús en toda su extensión” (Carta 1887), para invitarnos a poner nuestra atención en esto, en sus intereses. Celebrar al Corazón de Jesús supone preocuparse y ocuparse de lo que mueve el corazón de Dios, y estoy segura que en Su Corazón están las y los más pobres, quienes sufren y padecen las injusticias de esta humanidad, la tierra herida y todas sus víctimas…

Sueño que en este día la Iglesia entera se vuelque a la calle, a los hospitales, a las cárceles, a los lugares donde hay mayor presencia de migrantes, donde hay adult@s mayores sol@s, donde hay niños y niñas padeciendo… en fin, allí donde Jesús tiene comprometido su corazón, allí donde están sus intereses. En el fondo, con un cambio de paradigma, menos centrado en el altar y más en los dolores del mundo, buscando cómo mitigar esos dolores. Si esto es tarea permanente, cuánto más en este día.

Sueño con que así como tenemos en Chile el día de la solidaridad, incluso el mes en agosto y nos volcamos a hacer campañas sociales y realizar nuestra cuota de amor a las y los projim@s más desvalid@s, así mismo, celebrar esta fiesta nos hiciera mirar el entorno y sobre todo mirar “sus intereses”Que la fiesta de la devoción se volviera fiesta de acción, de imitación de Jesús. No en vano, la liturgia de este día nos ofrece la imagen del pastor, del Buen Pastor, del que da la vida por sus ovejas, que tiene como máximo interés cuidar de ellas y no servirse de ellas.

Sueño con una Iglesia más parecida al Corazón de Jesús, a sus gestos, a su modo. Hoy más que nunca, en medio de la crisis que estamos viviendo, se hace necesario volver la mirada hacia Él para seguir aprendiendo, o incluso para reaprender a ser pastores y pastoras, al modo del Pastor Bueno que es Jesús.

Que el mismo Jesús nos conceda la gracia de tener entrañas amorosas y misericordiosas como las suyas. Que nos conceda combinar devoción y acción. Que nos regale estar siempre atent@s a secundar los intereses de su Corazón.

¡FELIZ FIESTA DEL CORAZÓN DE JESÚS!!!

 

[1] Congregación General XX y XXI, Esclavas del Sagrado Corazón.

*Sobre la autora:

La hermana Sandra Pinto Ewert es chilena, religiosa de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús. Desde fines del 2020 es la Superiora Viceprovincial de la Congregación en Chile. De profesión es profesora de Educación Básica y profesora de Religión de Educación Básica y Media. 

Por su cargo, en este momento, es la Presidenta de la Fundación Educacional Colegio San Francisco Javier de Cerro Navia.