Una misa en la parroquia y la visita a los ancianos solos son las dos modalidades que recomienda el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida para celebrar la jornada. También las Conferencias episcopales recibirán indicaciones pastorales para hacer de esta fiesta un momento de unidad eclesial en todo el mundo.
“En la vejez seguirán dando fruto” (Sal 92,15) es el tema del mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores 2022 presentado el 10 de mayo, en la Oficina de prensa de la Santa Sede. En su reflexión del Santo Padre se dirige a su generación para recordar que los que atraviesan la vejez tienen una misión importante en la vida. Están llamados a ser “artífices de la revolución de la ternura” y a “liberar juntos al mundo de la sombra de la soledad y del demonio de la guerra”. Así, el Papa invita a redescubrir esta etapa como “el don de una larga vida”.
Durante la conferencia de prensa se presentó el logo de la Jornada que tiene en el centro un abrazo, símbolo del encuentro y del diálogo entre generaciones (en este link se puede ver una explicación detallada de su significado). También se ha anunciado que la Jornada tendrá el hashtag #AbuelosyMayores y que antes se enviarán a todas las Conferencias Episcopales una serie de indicaciones pastorales antes de finales de mayo.
Recordamos que esta Jornada se estableció en 2021 y se celebra cada año en toda la Iglesia en el cuarto domingo de julio, en torno a la festividad de san Joaquín y santa Ana, los “abuelos” de Jesús. Este año tendrá lugar el 24 de julio y para celebrarla, el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida ha indicado dos modalidades: en cada parroquia con una misa dedicada a los ancianos e ir al encuentro de aquellos que no reciben visitas. De hecho, en el Mensaje, el Papa afirma que “la visita a los ancianos que están solos es una obra de misericordia de nuestro tiempo”.
“En la vejez seguirán dando fruto” es el tema del mensaje de Francisco para la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores 2022.
Los ancianos en el Magisterio de Francisco
En su intervención el cardenal Kevin Farrell, Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, puso de relieve la importancia que tienen las personas mayores en el Magisterio del Papa Francisco y las innumerables ocasiones en las que ha recordado la necesidad de contrarrestar la cultura del descarte, de fomentar el diálogo entre generaciones, de preservar las raíces de los pueblos y de valorar la memoria.
El cardenal Farrell también aportó algunas cifras. En algunos países del mundo – especialmente en Europa y Norteamérica -los ancianos representan el 20% o más de la población. Por lo tanto, es necesario un cambio de perspectiva en nuestras comunidades, dejando de lado los argumentos que hacen que las personas mayores aparezcan como distantes y ajenas a las que hay que cuidar.
Tras detallar algunos aspectos, el purpurado consideró que el mensaje del Papa para la próxima Jornada Mundial de los Abuelos y las Personas Mayores es una alternativa a la cultura del descarte: nos ayuda a todos, y a los propios ancianos, a comprender que -lejos de ser material de descarte- tienen una vocación específica dentro de nuestras comunidades. En este tiempo de anhelo de paz, la Iglesia tiene una gran necesidad de personas mayores, que tengan el «don» de la ternura, que sean capaces de cuidar e interceder.
El abrazo a los mayores
El Dr. Vittorio Scelzo, encargado de la pastoral de los ancianos, abrió su intervención con la presentación del logotipo de la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores, que representa el vínculo, sobre el que el Santo Padre insiste tanto, entre los abuelos y sus nietos, pero también podría tratarse de dos cónyuges que han envejecido en años pero que han crecido en amor; o de dos mujeres mayores que, dadas sus menguadas fuerzas y sus limitados recursos, deciden vivir juntas para apoyarse mutuamente.
“El logotipo también esconde una nostalgia por los días en que las personas podían abrazarse libremente, y expresa el deseo de que esto vuelva a ser posible pronto en los lugares donde todavía está inexplicablemente prohibido”, afirmó Scelzo.
Más adelante, el encargado de la pastoral de los ancianos del dicasterio, explicó que la visita -junto con la celebración de una misa dedicada a los ancianos el 24 de julio- es el núcleo de la celebración de la Jornada. Además, dijo, es un claro signo de la Iglesia en salida y del deseo de celebrar con todos.
Testimonios concretos
Al final de la rueda de prensa tomaron la palabra Giancarla Panizza y Maria Francis, que testimoniaron cómo las ideas contenidas en el Mensaje son caminos que cada comunidad puede vivir en su realidad concreta. Giancarla Panizza es una anciana de Italia que ha colaborado con su pueblo en el norte de Italia para acoger a los refugiados de Ucrania. Desde Bangalore, Maria Francis contó que, durante el mes de julio de 2021, promovió y organizó visitas de jóvenes a ancianos solos en muchos lugares de la India con ocasión de la primera Jornada.
Un número que crece
El número de personas mayores de 65 años en el mundo crece a un ritmo cada vez más acelerado. En los últimos 60 años, este grupo de edad se ha multiplicado por cuatro y se prevé que siga creciendo. En 2019, 1 de cada 11 habitantes del planeta estaba en esta franja de edad, pero se estima que en 30 años la proporción habrá aumentado a 1 de cada 6. Además, por primera vez en la historia, desde hace 4 años las personas mayores de 65 años superan en número a los niños menores de cinco años. El envejecimiento poblacional afecta especialmente a los países más desarrollados. Más de un 25% de las personas mayores de estas regiones viven solas.