El 2022 está lleno de desafíos pastorales y evangelizadores para toda la Iglesia en nuestra región. El Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), en cabeza de sus pastores, quiere seguir trazando los caminos de sinodalidad, emprendidos por el Papa Francisco.
ADN Celam ha recogido las voces de algunos referentes para conocer cuáles son sus deseos para la Iglesia latinoamericana y caribeña en este 2022.
En esta primera entrega escuchamos a representantes de la Amazonía, pastoral juvenil y pastoral afrocaribeña.
En el corazón de la Amazonía
Monseñor David Martínez, vicario apostólico de Puerto Maldonado (Perú), fue testigo en primera persona del inicio del Sínodo amazónico desde Puerto Maldonado, donde el Papa Francisco colocó la piedra fundacional de este significativo evento.
En este sentido, el prelado sigue apostando para este 2022 “con una Iglesia con rostro amazónico, que esté cercana a los pueblos indígenas, en la que se sientan parte de ella y que encuentren en el Evangelio esa fuerza que ilumina para sus luchas en la defensa de sus territorios y su cultura”.
“Sueño con comunidades campesinas que son capaces de encontrarse en torno a Jesús y a su palabra que les llena de esperanza. Sueño con una Iglesia participativa, donde todo bautizado y bautizado pueda sentir que el Espíritu Santo le esta hablando y sentir que tiene mucho que aportar”, agregó.
En nombre de todos los jóvenes
Yamile Morillo, delegada Pastoral Juvenil Región Caribe, así como los miles de jóvenes que peregrinan en el continente sueña para este 2022 con una Iglesia en la que “podamos sentir las 365 maneras en las que Dios se manifestará en nuestras vidas cada día en este año”.
La joven ha recordado que el 2021 ha dejado a su paso la Asamblea Eclesial, “un espacio que abrió una puerta maravillosa, de escucha auténtica a todo el pueblo de Dios, por tanto, deseo que podamos ir genuinamente al encuentro de los más necesitados y marginados”.
“Deseo que podamos proclamar un Evangelio de vida atendiendo activamente al clamor de nuestra tierra, atender las denuncias de abusos y otras formas de violencia, promoviendo educación sexual y afectiva”, acotó.
Finalmente hace votos para que los frutos de esta Asamblea Eclesial sean recogidos puesto que “son muy necesitados por nuestra Iglesia latinoamericana y caribeña para que juntos podamos construir la civilización del amor”.
Por una Iglesia inculturada
La hermana María Suyapa Cacho, del Secretariado de Pastoral afroamericana y caribeña, desea para la Iglesia en este 2022 “una lluvia de bendiciones trinitarias con protección, cuidado, dirección, para que sea fortalecida y guiada por el fuego de Pentecostés y continúe desarrollando su misión adaptada a la identidad cultural de nuestros pueblos”.
De manera especial, dice la religiosa, “le deseamos un corazón misericordioso a nuestra Iglesia para seguir acompañando a su pueblo sobre todo que no se canse de escuchar y apostar por una Evangelización inculturada en favor de los invisibilizados, excluidos y desechados por la sociedad: los más pobres”.