Por: Hna. Priska Ni Ketut Sumiarti SSpS

El 30 de diciembre de 1882, una señorita alemana de 30 años, ingresó a la Casa Misional de Steyl. Su nombre era Helena.

Helena Stollenwerk nace el 28 de noviembre de 1852 en la aldea de Rollesbroich, que pertenece a la parroquia de Simmerath Alemania.

Su interés era colaborar en los servicios de la casa a favor de las misiones. Durante su permanencia en Steyl, Helena se caracterizó por su espíritu de oración, su profunda fe en Dios. Fue, según quienes la conocieron, una mujer siempre paciente y silenciosa que no escatimaba el sacrificio por servir a los demás. Fortalecida en un amor y entrega a Dios y a sus hermanos, llegó a realizar los servicios más humildes.

En la Congregación pasó a llamarse madre María. Su gran preocupación fue conocer la voluntad de Dios. Esto se hizo evidente cuando el Padre Arnoldo fundó las Misioneras Siervas del Espíritu Santo, hecho en el cual encontró cumplidos sus deseos íntimos.

Tenía un carácter muy sensible, dominadora del sutil arte de la comunicación, sabía dar la palabra adecuada, el gesto amoroso, irradiaba alegría y participaba de las tristezas de sus hermanas. Era generosa con todas las personas.

Su preocupación máxima y principal fue el fomento de la caridad mutua. Dios era la fuente de sus inagotables energías. En sus horas de oración invocaba con insistencia la acción del Espíritu Santo.

El 1893 el Padre Arnoldo Janssen se propone fundar la sección de hermanas de la Adoración Perpetua, de Vida Contemplativa. Para la Madre María la voluntad de los superiores era la más clara manifestación de la voluntad de Dios. A ella le atraía la vida contemplativa.

El Superior General Arnoldo Janssen comunica a las hermanas que el 8 de diciembre fundará la sección de clausura que dará origen a la Congregación de las Siervas del Espíritu Santo de la Adoración Perpetua y el propio Arnoldo Janssen comunica a las hermanas misioneras que la hermana María va a ingresar en la sección de clausura.

El 8 de diciembre de 1898, la hermana María que se llama ahora hermana María Virgo, recibe juntos con varias novicias el hábito de color rosado de las hermanas de clausura de Steyl.

La hermana María Virgo hablaba con las hermanas misioneras cuando acudía con sus asuntos a su antigua superiora.

La unión entre las dos comunidades se refuerza.

El 22 de junio de 1899, María Virgo dice en una carta a la hermana Andrea, superiora de las hermanas misioneras en Argentina: “Me encuentro bien, soy feliz y vivo contenta. Gracias a Dios, las dos secciones de la Congregación están muy estrechamente unidas por el amor, la oración y el trabajo”.

El 27 de enero de 1900 recibe la unción de los enfermos. La hermana María Virgo vive tres días más, con fiebre alta y fuertes dolores. Sus últimas palabras inteligibles las pronuncia el 2 de febrero: “Jesús, he vivido para ti; Jesús, muero para ti…”.

El 3 de febrero de 1900, a las 14:30 horas expira la hermana María Virgo.

El Padre Arnoldo Janssen, que se encuentra en la casa misional San Gabriel de Viena, envió un telegrama: “Honra a la hermana María como fundadora”. Más tarde, en una carta, hace el elogio de la difunta:

“Casa misional de San Gabriel, 5 de febrero de 1900. Muy estimadas hermanas de clausura y hermanas misioneras Siervas del Espíritu Santo. Acabo de recibir…la triste noticia de que el Señor de la vida y la muerte ha llamado de esta vida temporal a la vida eterna a nuestra buena Madre, ex superiora general, hermana María. Esto supone un gran dolor para mí, porque siempre he estimado mucho a la hermana fallecida. Dios nuestro Señor la llamó para que me asistiera como primera cofundadora de la Congregación Siervas del Espíritu Santo. ella cumplió está misión con toda fidelidad, y su virtud y piedad me han edificado en muchas ocasiones. ¡Que recompensa tan generosa le dará el que premia toda obra buena en la patria de los bienaventurados! Después de haber estado al frente de las hermanas en los primeros tiempos de la Congregación, el Señor hará que siga siendo la guía de nuestras hermanas desde el cielo. Ella representa a las hermanas de las dos ramas, ya que ha permanecido tanto a las hermanas misioneras como a las hermanas de clausura…Dispongo que se haga otro tanto en la casa misional de Steyl el día séptimo después de su muerte, como también en la casa misional de Neisse…como la hermana fallecida prestó grandes servicio tanto a la Congregación de las hermanas como a la de los Padres y Hermanos, es mi deseo que todos oren fervorosamente y ofrezcan indulgencia por ella, a fin de que Dios nuestro Señor la acoja en su seno y si ya está con él, aumente su gloria celestial”.

En el amor del Espíritu Santo
Arnoldo Janssen
Superior General.

*Sobre la autora:

La Hna. Priska Ni Ketut Sumiarti es religiosa de las Misioneras Siervas del Espíritu Santo.
Nació en la Isla de Bali en Indonesia. Es nutricionista y ha trabajado en el hospital de la Congregación en la Isla de Java también en Indonesia.
Recibió destino misionero para Chile y llegó en octubre del 1998, después de aprender el Idioma español estudió Pedagogía en Religión y actualmente trabaja como profesora de Religión y Coordinadora de Pastoral Educativa en el Colegio San Francisco de Asís de Salamanca la IV Región.