Hoy, 22 de agosto, el mundo recuerda a las víctimas de actos de violencia basados en la religión o las creencias. La Jornada, promovida por las Naciones Unidas, llega justo después del Día Internacional del recuerdo y homenaje a las víctimas del terrorismo.

Una fecha que se recuerda en modo particular con eventos que están sacudiendo al mundo: este 22 de agosto es el Día de Conmemoración de las víctimas de actos de violencia basados en la religión o las creencias, promovido por las Naciones Unidas.

Tal como lo recuerda la organización en su sitio web, “La libertad de religión o de creencias, la libertad de opinión y de expresión, el derecho de reunión pacífica y el derecho de libertad de asociación son interdependientes, están interrelacionados y se refuerzan mutuamente”.  Son derechos que están contemplados en la Declaración Universal de Derechos Humanos y que “pueden desempeñar un papel clave en la lucha contra todas las formas de intolerancia y discriminación basadas en la religión o las creencias”.

Hoy en día, “se continúan perpetrando actos de intolerancia y violencia basados en la religión o las creencias, incluso existe cierta focalización contra personas pertenecientes a comunidades y minorías religiosas en todo el mundo”, señala la ONU. Además, “la cantidad y la intensidad de estos incidentes va en aumento, adquiriendo a menudo un carácter criminal y unas pautas repetidas a nivel internacional”. La jornada hodierna “condena enérgicamente la violencia y los actos de terrorismo dirigidos a individuos, incluidas las personas pertenecientes a minorías religiosas, sobre la base o en nombre de una religión o creencias”. Por otra parte, este día se conmemora justo después del Día Internacional del Recuerdo y Homenaje a las Víctimas del Terrorismo, el 21 de agosto, que reconoce, por su parte, “que trabajar juntos para mejorar la implementación de los regímenes legales existentes que protegen a las personas contra la discriminación y los delitos de odio, aumentando los esfuerzos interreligiosos, interclericales e interculturales y la expansión de la educación en derechos humanos, son los primeros pasos para combatir los incidentes de intolerancia, discriminación y violencia contra individuos sobre la base de una religión o una creencia”.

Al proclamar un día internacional para conmemorar a las víctimas de actos de violencia basados en la religión o las creencias, la Asamblea General de las Naciones Unidas recuerda que “los Estados tienen la responsabilidad primordial de promover y proteger los derechos humanos, incluidos aquellos pertenecientes a las minorías religiosas y su derecho a ejercer su religión o creencia libremente”.

Fuente: Vatican News