Acompañado de sus padres y algunos miembros de su familia religiosa, el P. Felipe Hermosilla SVD recibió la ordenación presbiteral en una celebración eucarística presidida por el cardenal Celestino Aós.

En una sencilla pero emotiva Eucaristía -efectuada en la Capilla del Colegio del Verbo Divino-  el P. Felipe Hermosilla Espinoza fue ordenado sacerdote por imposición de manos y la oración consecratoria del arzobispo de Santiago, cardenal Celestino Aós.

La ceremonia contó con la participación física de sus padres y hermano que viajaron de Lonquimay (región de La Araucanía) a Santiago para acompañarlo en este trascendental momento de su vida. También estuvieron presentes el Superior Provincial, P. Yuventus Kota SVD y  algunos sacerdotes verbitas.

Desde la distancia – en sintonía con la transmisión de YouTube- se sumaron familiares,  hermanos en  la fe  y conocidos de su natal Lonquimay, además de otras comunidades verbitas del país y del mundo.

Ser testimonio para los demás

En su homilía, el cardenal Celestino Aós, agradeció la disposición de Felipe y de su familia para entregarse al servicio del Reino de Dios y pidió al neopresbítero testimoniar el amor del Señor con su vida: “Dios te ama, no tanto con tus palabras, sino con tu vida. Tienes que ser testimonio para nosotros. No busques excusas: ‘soy muy joven, inmaduro’, etc . No tengas miedo: ‘yo estaré contigo, irás adonde yo te envíe. Proclamarás lo que yo te mande’”.

“No sabemos si irás a un colegio como profesor o educador o bien a una parroquia como párroco o colaborador o, si como el mismo padre Arnoldo, sentirás el gozo de la transformación de las personas ante tu predicación de los Ejercicios Espirituales. Allí donde estés, no te apartes del Evangelio y cuando tengas que proclamar con tus palabras o con el compromiso de tus conductas, pregúntate si estás en la línea: ‘proclamarás lo que yo te mando’”, exhortó.

El arzobispo agregó: “Qué hermoso, si cuando te acerques al final de tu vida, puedas repetir con San Pablo: ‘me he hecho servidor de todos, a fin de ganar al mayor número posible. Me hice todo para todos con el fin de salvar por lo menos a algunos. Todo esto lo hago por el Evangelio y por ese medio tendré mi parte de sus promesas’”.

“Soy todo para todos”

Por su parte, el P. Felipe dedicó sentidas palabras de gratitud a quienes marcaron su camino vocacional, especialmente a sus familiares y a la comunidad parroquial San Sebastián de Lonquimay.

“Este día es muy significativo e importante, quizás mucho más de lo que las palabras o doctrina lo definen. Cristo me ha invitado a participar de su sacerdocio y este sacerdocio solo se entiende desde el servicio, un  servicio que surge inseparablemente desde el amor que Cristo siente por todos nosotros”, expresó.

El nuevo pastor también destacó el sentido del lema que acompañará su ministerio sacerdotal: “Espero que la gente encuentre en mí a un amigo y hermano y tal como dice mi buen cohermano Manuel Bahl: ‘lo importante es estar con los pobres y hacerse amigo de las personas’. Por ello, la consigna de mi ordenación es osada y desafiante para mí mismo: ‘Soy todo para todos’, tomada de la Carta de San Pablo a los corintios. Quiero ser todo para todos, que mis proyectos y sueños sean siempre pensando en los demás para su salvación y felicidad”.

 

Registro audiovisual de la ordenación: