*Por: Hermana Irma María Kuenzer SSpS

Hace más de 20 años que los redentoristas empezaron en la ciudad tirolesa de Innsbruck, Austria, con la iniciativa de ofrecer una instancia de encuentro que llamaron “Oasis del Diálogo”. Debía ser un lugar para acoger a personas que tenían la necesidad de conversar con alguien que se diera el tiempo para escuchar, sin juzgar, con atención y aprecio.

Semanalmente un equipo de voluntarios: consejeros, consejeras y sacerdotes experimentados, se intercambian para estar a disposición de personas que buscan un interlocutor, alguien que los tome en serio, que los escuche con atención y trate de ayudarlos en sus búsquedas.

Como religiosa misionera Sierva del Espíritu Santo trabajo en esta iniciativa. He sido 8 años  consejera y luego 5 años directora del “Oasis de Diálogo”.

Las personas que acuden a nosotros vienen con problemas bien diversos: soledad, dudas de fe, crisis matrimoniales, fuertes decepciones, han sido víctimas de abuso sexual, personas que han perdido el sentido de la vida, o con problemas en el trabajo o  de cesantía, cuidadores de parientes enfermos, o personas en duelo por la muerte de seres queridos, etc.

Recuerdo a una mujer que llegó a nosotros simplemente porque no tenía a nadie que pudiera escucharla. Para ella fue una gran alegría encontrar esta posibilidad de conversación sana y leal.

Recibimos a las personas en un lugar privado y acogedor. Sobre la mesa siempre hay algunas flores y un cirio encendido, para indicar que en nuestra conversación siempre está Dios presente. No hacemos distinción de creyentes o no creyentes.

Importante es que las personas que acuden a nosotros se sientan en confianza, puedan mantener su identidad en reserva y de esta forma expresar más libremente lo que les oprime. Nosotros tratamos de hacerles sentir que les dedicamos nuestro tiempo y atención, porque son personas valiosas, a quienes tomamos en serio. La conversación está dirigida a apoyarlas para que, primeramente puedan expresar sus penas o preocupaciones, y en lo posible enfrentar y sobrellevar su sufrimiento.

Muchas veces estas conversaciones han ayudado para que la persona logre aclarar su situación. De esta manera podemos  buscar en conjunto nuevas perspectivas o caminos y posibilidades para seguir adelante en la vida con esperanza.

A menudo la gente busca consejos para poder salir de determinada situación. Con preguntas prudentes y cuidadosas tratamos de llevarlos a descubrir por ellos mismos caminos de salida viables a su situación. A veces, también, si es necesario, se les recomienda buscar otra ayuda más profesional o una terapia.

Muchas personas han agradecido esta ayuda y se notaba el alivio en sus rostros.

Si lo necesitan pueden volver de nuevo sin problema, además este servicio es gratuito.

*Sobre el autor:

Martha Kuenzer, Hermana Irma María, nació en Innichen, Tirol del Sur en 1946. Ingresó a los 20 años a las Misioneras Siervas del Espíritu Santo. Durante 33 años fue profesora en escuelas de su Congregación en Viena, Austria. Desde 2012 trabaja en Innsbruck. Es coordinadora de su comunidad religiosa y miembro del equipo «Oasis del Diálogo», que ha dirigido desde 2015.