*Por: P. Sergio Edwards SVD

El tiempo litúrgico de Adviento tiene dos grandes partes. En la primera parte el tema central es la segunda venida del Hijo de Dios, y en la segunda parte su tema principal es la primera venida del Hijo de Dios al mundo.

La Navidad es esa primera venida del Hijo de Dios, que se recuerda de un modo especial en los últimos 9 días del Adviento, en lo que tradicionalmente se llama la “Novena del niño Dios”, y que va del 17 al 25 de diciembre. Su tema es el nacimiento de Jesús en Belén.

Pero Jesús nació, anunció el Reino de Dios, murió y resucitó y volverá en gloria y majestad. Vino primeramente de forma humilde, pero volverá en gloria. Este es el tema central de la primera parte del Adviento, hasta el 16 de diciembre.

En algunos textos se dice “la primera venida que creemos, la segunda que esperamos…”. Esto nos puede ayudar a apreciar la diferencia que hay entre creer y esperar, palabras parecidas y que muchas veces usamos como sinónimo. De hecho hay personas que dicen: “espero en Dios” y lo usan como sinónimo de “creo en Dios”.

La diferencia está en que creer hace referencia a algo que ya sucedió y es parte de nuestra historia. Por ejemplo creemos que el Verbo de Dios se hizo hombre, o que resucitó. La esperanza tiene que ver con lo que ha de suceder en el futuro, por ejemplo, esperamos la resurrección de los muertos o esperamos el fin del mundo. De esta manera decimos que creemos en la primera venida del Salvador y esperamos su segunda venida gloriosa.

El Adviento abarca ambos temas.

La actitud en todo caso nos la dan las lecturas bíblicas que reflexionamos desde el primer domingo de adviento y que están marcadas por un “estar prevenidos, en vigilia y despiertos…” en atención al fin de los tiempos y en atención a la venida de Cristo humilde en el portal de Belén.

Nuestra fe sostiene que el mundo no es eterno, tiene un fin, lo que incluso los estudios científicos sostienen. Pero esto no era así de obvio en la antigüedad. En aquel tiempo se pensaba que todo en el mundo era un eterno retorno, como las estaciones del año que se repiten invariablemente, y por tanto daban la impresión de que el mundo era eterno. Hay religiones orientales que sostienen esa visión. Pero el Cristianismo sostiene que el mundo tiene un fin; que implica el fin de cada persona con la muerte, pero que apunta a todo lo creado.

Para nosotros fin tiene mucho que ver con la palabra “meta” como “objetivo”. Entonces ¿cuál es la meta o fin de nuestro mundo?

La respuesta viene dada en el misterio que conmemoramos en el Adviento y la Navidad: la unión de todos los seres humanos sin distinción. Unión con Dios y unión entre los seres humanos mismos.

Entonces nuestro esfuerzo cotidiano es hacer de nuestro mundo un mundo de hermanos y hermanas. Todo esfuerzo por la paz y la justicia universal son nuestros objetivos, son el camino correcto, que nos ha mostrado Dios con su venida.

Esto nos motiva para vivir atentos, vigilantes. Dios que ha venido y nos ha mostrado el fin de la humanidad, vendrá algún día a consumar nuestro destino.

¡Bendito tiempo de Adviento!

 

*Sobre el autor:

El P. Sergio Edwards  Velasco SVD nació en 1957.  Es el segundo de siete hermanos y  estudió en el Colegio del Verbo Divino. Cursó Ingeniería Civil en la Universidad de Chile y tras graduarse jerció  su profesión por tres años.

Desde 1977 participó en Misiones de Verano en La Araucanía y cada semana en un Grupo de Reflexión sobre la fe católica. En 1982 sintió que Dios lo llamaba a una entrega más radical y entró a la Congregación del Verbo Divino. Profesó los Votos Perpetuos en 1988 y fue ordenado sacerdote en 1989.

Entre 1990 y 2011 trabajó en la Provincia China de la Sociedad del Verbo Divino, primero estudiando el idioma Chino Mandarín y haciendo pastoral con inmigrantes filipinos  usando el inglés. Desde 1992 trabajó en parroquias del sur de la isla de Taiwán, primero como asistente y luego como párroco.

A partir de 1994 se desempeñó  como profesor de Ética en el Colegio Secundario FuJen, en la ciudad de JiaYi.  En 1996 fue además Maestro de Novicios y viajó varias veces a apoyar el trabajo de la SVD en China. En el 2002 fue nombrado Superior Provincial, cargo que ocupó hasta el año 2008, viviendo en Taipei, pero debiendo viajar constantemente por toda la isla de Taiwán, y también a Hong Kong, Macao y diversas ciudades de China.

También vivió en Macao desde 2008 donde hizo clases en la Universidad San José. En 2011 volvió a Chile y uno de sus primeros encargos pastorales fue la rectoría del Liceo Alemán del Verbo Divino de Los Ángeles. En 2017 asumió el mismo servicio en el Colegio Verbo Divino de Las Condes, en Santiago de Chile.

El P. Sergio es, además, vice provincial de la SVD Chile desde 2014 y coordinador del área Educación.