*Por: P. Eduardo Prabhakaran SVD

 Isabel a los 15 años fue dada en matrimonio por su padre el Rey de Hungría al príncipe Luis VI de Turingia; el matrimonio tuvo tres hijos. Se amaban tan intensamente que ella llegó a exclamar un día: «Dios mío, si a mi esposo lo amo tantísimo, ¿Cuánto más debiera amarte a Ti?» Sin embargo, cuando apenas tenía 20 años y con su hijo menor recién nacido, su esposo, un cruzado, murió en un viaje en defensa de Tierra Santa.  Isabel casi se desespera al oír la noticia, pero luego se resignó y aceptó la voluntad de Dios. Rechazó varias ofertas de matrimonio y se decidió entonces  a vivir en la pobreza y dedicarse al servicio de los más pobres y desamparados.

Por su amor a los pobres y enfermos Santa Isabel de Hungría sigue siendo un gran ejemplo para todos. Por supuesto, para nosotros como misioneros del Verbo Divino  Isabel es un modelo de caridad, por eso nos comprometemos a ayudar y acompañar  a tantas  personas a través de nuestras  instituciones y parroquias donde realizamos el servicio misionero.

El objetivo de nuestra presencia entre ellos se distingue por el compromiso pastoral y por el celo con que ponemos en evidencia los valores de la ética cristiana y profesional, porque nuestra labor misionera es  ayudar a descubrir la bondad del Señor y el verdadero sentido de la vida humana, sobre todo, con el testimonio de nuestra caridad.

De acuerdo con nuestro carisma, colaboramos activamente en la promoción de justicia social a  través de  nuestra participación directa e indirecta en su lucha diaria de nuestros hermanos menos favorecidos. Eso lo realizamos  a través de hogares de menores,  Justicia, Paz  e Integridad de la Creación, Pastoral Carcelaria donde prestamos una escucha atenta al que está  angustiado y a un encarcelado arrepentido.  

La Pastoral Indígena también es una de las prioridades de nuestra labor misionera, al igual que la Fundación el Carmen  donde brindamos la oportunidad a la gente que busca medios para desarrollar su capacidad en algún oficio y de esa manera asegurar un trabajo estable.  Además, durante el tiempo de pandemia  ofrecemos nuestra ayuda humanitaria  a través de ollas solidarias, entrega de mercadería, alojamiento para los infectados, una atención especial a los migrantes en nuestra parroquia en Iquique.  También  los colegios de la Congregación están comprometidos a educar a los niños y jóvenes en  los valores sociales y culturales e  incentivar el cuidado ambiental, el reciclaje, etc.

Esperamos seguir el ejemplo de Isabel para mostrar el amor de Cristo y  en el día de su conmemoramos pido que el Señor Jesús nos conceda como a su buena Isabel el don de un gran desprendimiento para dedicar nuestra vida  y nuestros bienes a ayudar a los  más necesitados. Que Dios les bendiga a todos.

Durante la pandemia la acción social y solidaria ha movilizado a todas las comunidades verbitas del país.

*Sobre el autor:

El P. Eduardo Prabhakaran SVD es coordinador de la Pastoral Social de la Congregación en Chile, consejero provincial y presidente de la Fundación El Carmen.