El 22 de octubre la Iglesia celebra la fiesta de San Juan Pablo II y para recordarlo el padre Karol Gajer SVD realizó una cronología de su histórica visita apostólica a nuestro país. Además, menciona el trascendental rol que desempeñó en la crisis bilateral entre Chile y Argentina, lo que le valió el respeto y aprecio del pueblo chileno; de ahí que fue homenajeado como  “mensajero de la vida y peregrino de la paz”.

La primera visita de un Papa a Chile tuvo lugar en  1987 y fue Juan Pablo II el primer Sumo Pontífice en pisar suelo chileno con un recorrido desde Antofagasta hasta Punta Arenas. Pero ya antes este Papa tuvo una gran intervención en las fronteras      del sur de Chile. Los invito a recordar las huellas de este santo en Chile.

  •  01 de abril

El Papa, después de haber sido recibido por las autoridades y por la gente, se dirigió a la Catedral Metropolitana para efectuar el rezo de vísperas con los obispos, sacerdotes, diáconos y religiosos.

 Más tarde fue a la Sala Capitular del Cabildo Eclesiástico Metropolitano donde tuvo un encuentro        con pastores de las distintas iglesias cristianas y el gran rabino de Chile.

 Visitó en privado el recinto de la Vicaria de la Solidaridad donde tuvo un encuentro con los funcionarios  y con víctimas de la represión política de la dictadura.

 Al final desde el cerro San Cristóbal bendijo la ciudad.

  • 02 de abril

En la mañana el Papa visitó al general Augusto Pinochet. En la conversación Juan Pablo II le dijo         “La gente tiene derecho a gozar de sus libertades, aún si comete errores en el ejercicio de ellas”.

 En la población La Bandera en la comuna San Ramón donde tuvo su encuentro con los pobladores. Allí escuchó los testimonios del obrero Mario Mejías, que había sido injustamente torturado por la policía, y   el de la dueña de casa Luisa Riveros, quien denunció abiertamente los vejámenes que recibían los pobladores de parte de organismos del Estado, incluso siendo inocentes de los cargos que se les acusaba. A ambos el Papa los estrechó con afecto y lo recuerdan como el momento más feliz de sus vidas.

 Después se trasladó al aeródromo de Rodelillo, a la entrada de Valparaíso. Allá celebró una Eucaristía con las familias. Destacó el fortalecimiento de la familia como “santuario de la vida y del amor”, “cuna dónde se desarrolla la fe cristiana y la sociedad”. Condenó el divorcio, llamándolo “doloroso cáncer”.

 Al anochecer, en el Estadio Nacional, se realizó un encuentro con los jóvenes, lugar de competición, pero también del dolor y sufrimiento refiriéndose a las detenciones ocurridas en ese lugar durante la dura represión que siguió al Golpe de Estado en 1973. Trazó sobre el césped del estadio la señal de la cruz para que desde aquí brote la paz y la reconciliación. En la liturgia, celebrada en el mismo recinto deportivo, el Papa apuntó con su mano una imagen de Jesucristo y dijo: “No tengáis miedo, de mirarlo a Él”. “Al contacto con Cristo despunta la vida. Fuera de Él sólo hay oscuridad y muerte”. ¡Ustedes tienen sed! ¿Tienen sed de vida eterna? ¡Buscadla!.

“Los invitó a ser protagonistas de un país y un mundo nuevo, una civilización del amor, desterrando los ‘ídolos’ que destruyen ese amor, como la violencia, el odio, el egoísmo, la muerte, etc”.

Al interrogar a los jóvenes sobre la castidad y la abstinencia del sexo hasta el matrimonio en pos de esta nueva civilización, se escuchó un rotundo “no”. Enseguida el papa aclaró: “cuando pido que renuncien al sexo, lo digo en cuanto éste se transforma en el enemigo que destruye al amor”, lo cual fue seguido por un aplauso cerrado de los asistentes.

  • 03 de abril

En el Templo Votivo de Maipú se realizó la oración de  Laudes con los religiosas venidas de todo el país. Luego, dirigiéndose al pueblo campesino llevo a cabo una ceremonia en la cual coronó la imagen            de Nuestra Señora del Carmen, patrona de Chile, colocando dos grandes coronas sobre las cabezas del Niño Jesús y de la Virgen y pronunció una oración de consagración de Chile a la Virgen.

Se dirigió al Hogar de Cristo donde oró en silencio ante la tumba del padre Alberto Hurtado, destacando luego su ejemplo de servicio a los más necesitados, su amor a Dios, y fidelidad a la Iglesia. Visitó a los enfermos y al salir, abrazó a Carmen Gloria Quintana una joven cuyo rostro había sido quemado con fuego, víctima de un hecho de represión violenta en una protesta contra la dictadura militar.

 En la Casa Central de la Pontifica Universidad Católica de Chile dirigió un discurso al mundo académico, de la ciencia, arte y cultura instándolos a desarrollar el conocimiento en pos de la búsqueda de la verdad, que armoniza fe y razón como algo inseparable.

 Se dirigió a la sede del Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), donde pronunció una alocución en la que abogó por un desarrollo económico más justo, considerando la dignidad de         la persona “por lo que es antes que por lo que tiene», y cerró con este llamado: “Los pobres no pueden esperar”.

 En la elipse del parque O’Higgins celebró la Eucaristía con motivo de la beatificación de Sor Teresa de Los Andes, carmelita descalza, propuesta como modelo de la santidad. Durante la homilía, el Papa alabó  la virtud de Teresa de Los Andes, proponiéndola como modelo de vida para la juventud en medio de      un mundo que niega a Dios, mostrándola como un “faro luminoso que guía hacia Cristo”.

 También enfatizó en la tarea urgente de la reconciliación nacional, e hizo un llamado a las autoridades y   a los poderes de influencia que pusieran sus medios para el restablecimiento de una plena democracia y  la reconstrucción de las confianzas entre los hijos del mismo Dios y de la misma Patria. “Chile tiene vocación de entendimiento, no de enfrentamiento”.

 

El Papa mostró en Chile sensibilidad con los más pobres, especialmente con los perseguidos por la dictadura.

  • 04 de abril

Visitó Punta Arenas, donde se realizó una acción de gracias por la mediación en el conflicto del Beagle.

En Puerto Montt navegó por el seno de Reloncaví y celebró una Eucaristía con los pescadores   y trabajadores del mar.

  • 05 de abril

En Concepción, celebró la Eucaristía dominical en el Hipódromo, donde participaron los trabajadores    de los yacimientos carboníferos de Lota.

 En Temuco, en el campo de «Pampa Ganaderos» tuvo un encuentro con los pueblos indígenas de Chile, intercambiaron obsequios y el papa rezó el Padre Nuestro en mapudungún.

 Visitó La Serena, Coquimbo donde se encontró con los bailes religiosos de Andacollo, Sotaquí,  la Candelaria de Copiapó y La Tirana. En su mensaje señaló que “como San Agustín dijo que el que canta, ora dos veces, yo les digo que el que baila, ora tres”.

  • 06 de abril

En Antofagasta, realizó tres actividades: llevó a cabo un encuentro con los presos de la cárcel, a quienes escuchó y dirigió su mensaje, terminada esta visita celebró una Eucaristía en pleno desierto, siendo la última que celebró en Chile, y desde allí se trasladó al Aeropuerto Internacional Cerro Moreno, donde las autoridades le brindaron una ceremonia de despedida de Chile.

La llamada telefónica del Papa Juan Pablo II a los dos gobiernos de Chile y de Argentina en 1978

El 22 de diciembre de 1978, la Argentina tenía previsto ocupar las islas chilenas. Ese día en la mañana,   el Papa Juan Pablo II comunicó directamente a ambos gobiernos que enviaba a su representante personal al Cardenal Antonio Samoré en una misión de buenos oficios.

El 29 de noviembre de 1984 se firmó en el Vaticano el Tratado de Paz y Amistad entre Argentina y Chile bajo el arbitraje de Juan Pablo II. Es la fijación del límite entre los dos desde el canal Beagle hasta  el pasaje de Drake al sur del cabo de Hornos.

 

Autor: P. Karol Gajer SVD, vicario de la Parroquia Espíritu Santo de Osorno.