En el texto firmado por el presidente y el secretario general de la Conferencia Episcopal de Chile expresan su cercanía a quienes han sido víctimas de hechos de violencia que contrastan con las expresiones de quienes se han manifestado pacíficamente.

1. Los sucesos de las últimas horas en Santiago y otras ciudades de Chile demuestran que no hay límites para quienes exacerban la violencia. Hemos contemplado con tristeza las agresiones, saqueos y el ataque a lugares de oración, espacios sagrados dedicados a Dios y al servicio solidario de las personas. Nos duele ver un templo patrimonial de Santiago destruido y que se festeje la destrucción. A las comunidades de la parroquia de La Asunción y de la iglesia institucional de Carabineros de Chile expresamos nuestra especial cercanía.

2. Estos grupos violentistas contrastan con muchos otros que se han manifestado pacíficamente. La inmensa mayoría de Chile anhela justicia y medidas eficaces que contribuyan a superar las brechas de desigualdad; no quiere más corrupción ni abusos, espera un trato digno, respetuoso y justo. Creemos que esa mayoría no apoya ni justifica las acciones violentas que causan dolor a personas y familias, dañando a comunidades que no pueden vivir tranquilas en sus hogares ni trabajar, atemorizados por quienes no buscan construir nada, sino más bien destruirlo todo.

3. Este domingo 25 de octubre, la ciudadanía que quiere justicia, probidad, superación de las desigualdades y oportunidades para poder levantarnos como país, no se dejará intimidar por las amenazas de violencia, y concurrirá a cumplir con su responsabilidad cívica. En las democracias nos expresamos con el voto libre en conciencia, no bajo las presiones del terror y la fuerza.

4. Llamamos a todos a contribuir, desde sus propios espacios familiares, laborales y sociales, con una reflexión que nos permita tomar suficiente distancia de la irracional violencia y nos acerque a la amistad cívica. Como nos ha recordado el papa Francisco en su carta encíclica Fratelli tutti, sólo en el cultivo del amor como forma de relacionarnos “haremos posibles la amistad social que no excluye a nadie y la fraternidad abierta a todos”. Desde esta actitud de fraternidad podremos expresarnos con respeto, participar sin temor en democracia y concurrir a la búsqueda del bien común.

 

+ Santiago Silva Retamales
Obispo Castrense de Chile
Presidente

+ Fernando Ramos Pérez
Arzobispo de Puerto Montt
Secretario General

 

Santiago, 18 de octubre de 2020.

– Declaración: Que la violencia no intimide nuestro anhelo de justicia para Chile

Fuente: Comunicaciones CECh